Han pasado poco más de 70 días desde que se decretó el estado de alarma, 70 días que pueden ser mucho o poco tiempo dependiendo del para qué.
La realidad es que muchas cosas han cambiado, pero coincidiendo con el pase a la fase 2 de muchas provincias españolas y en concreto de la nuestra, me gustaría compartir con aquellos que os animáis a leer mis derivas en los últimos fines de semana, lo que echo de menos tocar y abrazar a amigos/as, compañeros/as e incluso familiares que por cuestiones de riesgos son más precavidos que un servidor.
Me consta que “esto del virus” va para rato y que temas como la distancia social, el uso de mascarillas y el lavado de manos será cuanto menos en los próximos meses, ¿años?, una nueva realidad. Por supuesto no seré yo quien se postule en contra de los expertos y por tanto quede claro que animo a cumplir las normas lo más fielmente posible.
No obstante, hoy quería compartir lo difícil que resulta para personas como yo evitar expresar el estado de ánimo o la efusividad a través del contacto físico. No soy psicólogo, ni coach, pero estoy seguro que a muchos de vosotros toda esta situación os genera cuanto menos un poco de ansiedad, algo de malestar y un poco de tristeza.
Es cierto que existen muchos tipos de personas y aquellas que son menos extrovertidas sufrirán menos este distanciamiento social, pero siempre he pensado que hay dos cosas que nos hacen diferentes al resto del mundo aquí por el sur: el sol y la gente.
Y es que como decía aquel famoso anuncio de cerveza:
.- El Sur no es un lugar es algo que se lleva dentro.
.- El Sur es Magia, es Sol y es Fuerza.
.- Somos una mesa para dos donde caben diez.
Por eso hoy quería animar a todos esos que estos días comenzáis a salir a terrazas, playas e incluso poco a poco volvéis a vuestros puestos de trabajo a que liberéis esa pequeña frustración de no poder dar un abrazo, una palmada o una caricia a vuestros amigos, compañeros o familiares expresando verbalmente ese cariño. Sí, igual os suena muy cursi, pero os invito a hacerlo y veréis la sonrisa que os devuelve esa persona cuando le deis un abrazo con palabras tan sencillas como te quiero, te he extrañado, echaba de menos tu sonrisa, cuanto me gusta como haces esto o aquello….
Aún queda, como os decía al principio, bastante tiempo para que las cosas vuelvan a ser como eran, pero gracias a estas semanas de sacrificio y confinamiento podemos mirar a las próximas con algo más de alegría y esperanza.
Recordad que somos el SUR, la gente quiere venir a Cádiz no solo por sus playas, su clima o su gastronomía, sino sobre todo quiere venir aquí por su gente. Así que hoy, desde este rincón que me brindan los diarios digitales de 8Directo, os animo a que mientras duren estas medidas excepcionales las rompáis con palabras y sonrisas. Esa será la nueva y temporal forma de TOCARSE EN EL SUR…