Esta es la historia de un algecireño que toca con la yema de los dedos la creación de un fármaco que frene el cáncer. Asier Unciti Broceta se ha presentado emocionado ante una sala repleta de asistentes, tanto es así, que ha habido personas de pie en el salón de actos de la Escuela Superior de Ingeniería de Algeciras, donde ha ofrecido una clase magistral organizada por la asociación Iulia Traducta, Cómo un pequeño laboratorio de Edimburgo pudo descubrir el fármaco contra el cáncer que todos estaban buscando. En ella ha contado parte de su vida, que empezó en Algeciras, donde nació y vivió hasta su adolescencia; continuó en Granada, donde se graduó; para seguir en Edimburgo (Escocia), donde aprendió nuevas técnicas para perseguir su sueño de crear un medicamento y abrió el laboratorio que está cerca de decir al mundo que ese fármaco funciona.
Asier Unciti ha logrado crear una pastilla, la NXP900, capaz de frenar el cáncer, fruto de quince años de investigaciones en el laboratorio que creó en el Instituto de Genética y Cáncer en Edimburgo. "Estamos muy cerca de que este fármaco pueda beneficiar a pacientes", anuncia el químico farmaceútico al micro de 8Directo, instantes antes de dar comienzo a su master class. "Ahora mismo estamos en la fase clínica y estamos seleccionando a los pacientes que se podrían beneficiar", detalla el doctor en Química Farmaceútica.
Los últimos avances se dieron hace tan sólo cuatro días. El pasado 7 de febrero el equipo que lidera el algecireño conoció que estos estudios seguirían financiándose gracias al apoyo de la empresa Nuvectis Pharma, que ha incrementado su capital en quince millones y medio de dólares para garantizar la continuidad de estas investigaciones en la Edinburgh Cancer Research Centre. "Es importantísimo porque esto nos da la seguridad de que va a seguir funcionando y haciéndose en pacientes, que es el siguiente paso", reafirma Unciti Broceta.
Las pesquisas en un grupo muy reducido de pacientes se están realizando en hospitales equipados para estas tareas que se ubican en Reino Unido y Estados Unidos, con el objetivo de que se pueda trasladar al resto de países una vez se ponga en marcha de manera definitiva. Los primeros pacientes que podrían beneficiarse son aquellos que tienen unos biomarcadores que pueden revelar la posible efectividad, según detalla el investigador principal a este medio. "Es complejo científicamente, aunque es muy emocionante al considerar que sabemos a qué pacientes podría venirles bien", apunta el algecireño.
"Posiblemente podamos dar buenas noticias en unos dos años aproximadamente", desea el Asier Unciti. "Espero que podamos decir al mundo que este fármaco funciona para poder trasladarlo al resto de países, que ese es el objetivo", se refiere al respecto.
El investigador, que fue reconocido en 2023 con la Bandera de Andalucía a la Investigación, Ciencia y Salud, está muy cerca de hallar una remedio que frene el cáncer. La pastilla NXP900 funciona como inhibidor de una proteína clave en muchos tipos de cánceres. Según ha explicado en la master class, durante las investigaciones, averiguó junto a su equipo que el cáncer se crea en el organismo de una persona tras la pérdida de control de una proteína, gracias a este fármaco ha logrado bloquear el componente SRC de células cancerígenas.
En este punto de las pesquisas Asier Unciti afirma que está "contento" pero con "miedo" al tener tan cerca esa cura. "Cuando llevas tanto tiempo trabajando en conseguir algo que está tan cerca, que lo estás tocando prácticamente con la yema de los dedos, da mucho miedo", reflexiona. Aun así, pese a este vértigo tras los logros conseguidos, ratifica que es todo "un sueño que se puede completar". Si bien existen ciertos "miedos a que ocurra algo inesperado, que puede ocurrir", el investigador tiene confianza en que lo logrará. "Tenemos a una empresa que está apostando muchísimo en esto y tenemos todos los conocimientos científicos y datos que indican que vamos en buena dirección", concluye así Asier Unciti en las declaraciones ofrecidas a 8Directo.
El algecireño relata que pasó su infancia y adolescencia en la barriada de San José Artesano, donde adquirió los valores que le han proporcionado las bases para ser quien es hoy: un científico que está dando grandes pasos en la cura del cáncer.