El director general de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, ha rechazado categóricamente la vuelta del Ocon-Sur, la unidad de la Guardia Civil creada para luchar contra los clanes del narcotráfico en el Estrecho y que fue desmantelada en 2022.
"Fue una primera organización informal para una medida de impacto cuando se puso en marcha el Plan Especial Campo de Gibraltar. Pero enseguida nos dimos cuenta de que una vez realizadas las primeras acciones de impacto teníamos que readaptar nuestra respuesta a cómo funciona el narco. Decidimos que era una fórmula más eficar reforzar nuestras unidades de investigación, nuestras unidades territoriales de la policia judicial", ha explicado Marcos a preguntas de los medios de comunicación en la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras.
El director general ha visitado la ciudad, donde se ha reunido con los mandos de la Guardia Civil en Andalucía que desarrollan el Plan Especial de Seguridad del Campo de Gibraltar y ha visitado el Puerto de Algeciras.
En la reunión se han analizado los resultados que muestran claramente que la actividad policial da buenos resultados, tanto en la incautación de sustancias estupefacientes y aprehensión de medios materiales, como en la intensificación contra las narcolanchas tanto en su vertiente de transporte de hachís como de sostenimiento logístico del entramado criminal. También se ha destacado que la Guardia Civil está impulsando medidas en el ámbito de los recursos humanos, incrementando los puestos de trabajo, materializando concursos extraordinarios para la asignación de vacantes y formando al personal especialista.
Por otra parte, se mantienen las medidas para reforzar las capacidades de las unidades implicadas en el Campo de Gibraltar, tanto en medios de autoprotección como en dotación de otros recursos que faciliten la actividad policial: vehículos, medios técnicos de investigación, etc.
Marcos ha explicado que la lucha contra el narcotráfico desde el punto de vista policial involucra tres acciones. En primer lugar, hay que tratar de evitar la llegada de drogas a la sociedad. Desde que se activó el plan en 2018 se han incautado 1.700 toneladas de droga. En segundo lugar, se actúa en la desarticulación del aparato logístico de los clanes con la intervención de más de un millón de litros de combustible, 1.300 narcolanchas y la detención de 17.000 personas. La tercera fase comprende el desmantelamiento de los grupos criminales, y es aquí donde, según el director general se requiere realizar la mayor inversión en los equipos.
"El mundo del narco y del crimen evolucionan constantemente y la Guardia Civil también para dar una respuesta adecuada a la amenaza a la que nos enfrentamos", ha subrayado.