Son dulces que tienen el poder de transportarte a la década de los 90 o eso al menos es la sensación que han experimentado aquellos quienes los han probado. Los nacidos en los 70 y 80 recordarán con nostalgia el sabor del bollycao bombón, la caracola, el triángulo o la caña. Fueron prácticamente las primeras bollerías que degustaron los niños y adolescentes de este país y para muchos es imposible olvidarlas.
Pues ahora es posible volver a comerlos gracias a Tartaramusa Repostería Creativa, en la barriada algecireña de San José Artesano. La pastelería prepara una vitrina de los 90 con toda esta bollería, aunque no la tiene a diario sino en periodos seleccionados, ya que es temática. La última vitrina noventera fue el pasado jueves y viernes. Pero habrá más.
Jimena, una de las socias de Tartaramusa, explica que "nuestro objetivo desde que abrimos la pastelería era recuperar todos esos sabores tradicionales, los de verdad, esa sensación de comerte una tarta de queso que sepa a queso". Recuerda que surgió la conversación en la pastelería acerca de cómo sabía la bollería de antes y que ya no sabía igual. "Una de nuestras pasteleras nos contó que ella hacía en su casa los antiguos triángulos de crema y sabían igual que cuando éramos pequeños. Nos lo trajo, los probamos y de ahí surgió la idea".
Eso sí, aunque el sabor es el mismo, hay una diferencia muy notable: la bollería es artesanal. "Lo artesano ocupa mucho tiempo, con materiales de primera calidad. Hacemos pre-fermento, por ello esta vitrina es más complicada. Usamos leche, levadura, harina de fuerza y mucho amor y tiempo", revela Jimena.
"La primera vez que la hicimos, tuvimos que repetir del éxito que tuvimos. Somos un obrador pequeñito y no podemos elaborar grandes cantidades. Nos sorprendió que los clientes nos contaban que los transportaba a esa época, que les llevaba al instituto y al recreo del cole. Más que el sabor en sí, la gente recordaba esa emoción y ese sentimiento", relata.
La bollería noventera de Tartaramusa cumple con una verdad universal: la comida nos emociona. Así que cierren los ojos y recuerden el sabor de las caracolas, las cañas, los bollycaos y los triángulos de los 90. Tendrán que conformarse con el recuerdo, al menos, hasta los próximos 26 y 27, que debido al éxito, repetirán con una nueva vitrina de bollería noventera.