Ecce Homo, "he aquí el hombre". Y el Señor de Las Colinas se presenta ante un barrio rendido a sus pies, no es más ni menos que Jesús en su presentación al pueblo. Imponente. Silencio en la abarrotada plaza del Querer con la apertura de las puertas del templo.
El director espiritual de la hermandad recordaba al cortejo antes de salir: "Aquella noche el Señor estuvo solo. Hoy queremos acompañarle como lo hizo San Juan y su Madre". Saludó que en esta estación de penitencia hay más nazarenos que el año pasado y antes de pedir silencio expresó en voz alta el anhelo de la joven hermandad: que el año que viene acompañe al Ecce Homo la Virgen de la Estrella.
Impresionante salida la de este paso de misterio, escoltado un año más por los regulares de Ceuta al golpe de sus cornetas y tambores. Miradas al cielo, en esta ocasión no para ver las nubes, ya que brillaba el sol a la salida del paso. Cabe recordar que el año pasado la estación de penitencia fue accidentada ya que el cortejo apenas había andado unos metros cuando tuvo que regresar a su templo por la lluvia. Este Miércoles Santo las miradas al cielo eran de emoción. Lágrimas y aplausos una vez que el Señor se encuentra de nuevo con sus fieles.
A estas horas el Ecce Homo sigue su itinerario por las calles de Algeciras con su recogida programada en la iglesia de San José a las 00.30 horas.