Es frecuente utilizar la expresión "hacer encaje de bolillos" para referirse a algo complicado y laborioso. Ana Lobato, monitora del taller de encaje de bolillos organizado por la Asociación de Fibromialgia del Campo de Gibraltar y sus cerca de 80 alumnas pueden corroborar que la expresión está utilizada a la perfección. Sin embargo, más allá del trabajo que supone esta técnica de encaje textil en sí, su aprendizaje y realización es una tarea terapéutica para estas mujeres que padecen la conocida como 'enfermedad silenciosa', la fibromialgia.
Desde este miércoles y hasta el viernes el colectivo expone sus trabajos en el antiguo hospital militar. Chales, bolsos, carteras, abanicos, cuadros o ligas son tejidos por manos que buscan olvidar el dolor y buscar comprensión con otras pacientes de la enfermedad.
La presidenta de la asociación, María Granados, explicaba que "hay mucho trabajo realizado con mucho esfuerzo y hemos decidido exponerlo para dar visibilidad y que la gente lo conozca".
"Hacer encaje de bolillos distrae mucho porque al ser una labor muy difícil hay que estar muy pendiente por lo que se nos olvidan los dolores, además es muy bueno para la movilidad de las manos". Ana Lobato da la clave del porqué de los beneficios de esta técnica textil consistente en entretejer hilos que inicialmente están enrollados en bobinas, llamadas bolillos, para manejarlos mejor. A medida que progresa el trabajo, el tejido se sujeta mediante alfileres clavados en una almohadilla, que se llama mundillo.
Mercedes es una de las alumnas de Ana. "A mí esto me ha cambiado la vida". Mercedes, como la mayoría de los pacientes, se hundió cuando le diagnosticaron una enfermedad para la que actualmente no hay cura. "Yo llegué al taller aconsejada por el especialista en un momento en el que además hacía pocos meses que me había quedado viuda. Al principio no me sentía capaz, pero poco a poco me fui animando charlando con las compañeras y con la ayuda de Ana". "Yo me tiro horas tejiendo y no me acuerdo de que me duele nada, las manos las tengo estupendas". Mercedes ahora atesora una gran colección de objetos realizados con encaje de bolillos. "Serán para mis hijas de recuerdo", asegura.
El próximo viernes se leerá un manifiesto para dar visibilidad a la enfermedad y poner el foco en un diagnóstico que en algunos casos tarda años en llegar.