Para los treintañeros algecireños y los que ya han sobrepasado los cuarenta el contar que Algeciras carece de ocio nocturno en verano no es una novedad. Pero la realidad es que en el verano de 2024 la oferta para la juventud en las noches estivales es prácticamente nula.
La falta de lugares donde jóvenes y adolescentes puedan divertirse las noches de verano es una parcela que ha quedado totalmente descuidada en las últimas dos décadas por diferentes circunstancias. Esta situación obliga, y esto tampoco es nuevo, a que los chavales tengan que buscar la fiesta en otras localidades cercanas. Tarifa siempre ha sido punto de referencia para la juventud algecireña que pone rumbo este verano a locales como La Diosa o La Tetería. El público más joven, en torno a los 18, se reúne en el Cortijo Los Canos, en Pueblo Nuevo. Demasiada carretera de por medio para los jóvenes y muchos quebraderos de cabeza para los padres.
En Algeciras, encontramos un oasis de ocio nocturno en la Zona Alta de Las Palomas, aunque es cierto que la clientela se mueve entre los 40 y 50 años de media. El propietario del Senda, David García, reconoce que aunque está llenando todas las noches, la falta de ocio nocturno para los jóvenes es clara. "En Algeciras es imposible tomarse una copa en verano a las tres de la mañana", asegura.
"Las cosas han cambiado mucho, la gente ahora sale de tardeo y no existe modelo de negocio para la juventud", reflexiona. Asimismo señala la exigente normativa para montar un negocio relacionado con la noche en el municipio. Muchas son las trabas en cuanto a horarios, la prohibición de música en directo o en la terraza, unas imposiciones que no se dan con tanto rigor en otros municipios costeros a donde se desplaza la juventud.
La calle Trafalgar, lugar de encuentro en invierno, luce en verano desierta. En el centro solo se encuentra El Limbo con su terraza abierta hasta las dos de la mañana, aunque también comparte franja de edad con la Zona Alta de Las Palomas. Un negocio que ha tenido dolores de cabeza por las quejas de un vecino a pesar de cumplir con la normativa.
La Terraza, junto al cementerio antiguo, era otro punto de encuentro por excelencia en verano. Lleva años cerrada precisamente por los problemas con la normativa y el ruido.
Si nos desplazamos a las playas (Getares y El Rinconcillo) el panorama es desolador. Ni un chiringuito en la arena, ni ocio nocturno de ningún tipo. En Getares, el Ayuntamiento lleva tres años con las gestiones para sacar una concesión de chiringuito en la playa, aunque este tendría que cerrar a las 12 de la noche. Aún no se ha publicado el pliego y ya hay críticas de vecinos y ecologistas. Aunque la futura e hipotética puesta en marcha del chiringuito no solucionaría la carencia de fiesta nocturna para jóvenes en la ciudad.
El tema de la falta de opciones en las noches estivales no es baladí porque los jóvenes no tienen dónde ir y de forma paralela, la preocupación aumenta en los padres, muchos de los cuales recuerdan una juventud en la localidad con tal variedad de bares de copas y ocio que faltaba noche para disfrutar de todos. Discotecas al aire libre como El Cigarrón o Tamarindo; bares abiertos por la noche en El Rinconcillo como Coco Loco, Bucanero y Capri; el chiringuito Ikebana en el Pícaro o la discoteca al aire libre Kabuki en Getares han sido excelentes opciones en el pasado para la juventud algecireña. Una movida veraniega de la que ya solo se acuerdan los nostálgicos.