Algeciras, un mes después, sigue intentando sobreponerse del brutal asesinato que acabó con la vida Diego Valencia, un algecireño cabal y querido que se encontró una fría noche de enero con el radicalismo yihadista encarnado en Yassine Kanjaa. Familares, representantes institucionales y de la Iglesia católica, amigos y vecinos han guardado en la Plaza Alta, mismo lugar donde le arrabataron la vida, cinco sobrecogedores minutos de silencio para honrar la memoria, más que presente, del que fuera sacristán de la Iglesia de la Palma, Diego el de las Flores. Su hermano Pepe Valencia expresó su agradecimiento a los numerosos apoyos recibido en el último mes: "Estamos totalmente desbordados por el cariño, nos hemos dado cuenta de lo que su pueblo quería a mi hermano". Su hija, también presente, aunque apenas podía hablar, corraboró con gestos las palabras de su tío.
Algo más de un centenar de personas atendieron a la covocatoria del Ayuntamiento de Algeciras para recordar a Diego Valencia cuando se cumple un mes de su asesinato. Muchos se acarcaban a los familiares presentes para abrazarles, preguntarles, mostrar su apoyo. También ha estado entre los presentes el párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de la Palma, Juan José Marina, el alcalde de la ciudad, José Ignacio Landaluce, junto a otros miembros de la corporación municipal, representantes de otras instituciones y partidos políticos. Todos juntos guardaron cinco minutos de silencio, únicamente alterado por unas campanas de La Palma que sonaba a lamento y, posteriormente, por un largo aplauso.
Posteriormente, el alcalde y los familiares atendieron a los medios de comunicación presentes. Pepe Valencia, hermano y también persona muy conocida y querida en Algeciras, donde regenta su reconocida boutique de ropa, ha expresado: "De verdad que estamos muy agradecidos a todos y solamente podemos expresar que ahora si nos damos cuenta de lo que querían a mi hermano". Un hermano hoy emocionado que ha mostrado así su agradecimiento a todas las personas que en este mes les han brindado su apoyo y ha asegurado que la familia se siente "totalmente desbordada de cariño" ante todas las muestras que han recibido por parte de vecinos, responsables municipales, gente de la iglesia, agentes de la policía y medios de comunicación.
Landaluce ha lamentado que la propuesta de repulsa planteada en el Senado no hubiera salido adelante por la negativa mostrada por “grupo minoritarios a los que no les importa España”. Asimismo, el primer edil ha recordado que el Ayuntamiento continúa con los trámites para dar a una plaza de la ciudad el nombre del fallecido para que el recuerdo de Diego Valencia siga vivo para siempre en la ciudad que tanto quiso a la que tanto aportó. "Estamos con la familia, lo sentimos mucho y tratamos lógicamente de acompañarlos en ese dolor y de minimizar las incomodidades que puedan tener en el día a día, echándole una mano en lo que está en nuestras posibilidades", ha asegurado. Para el alcalde, Diego "significa mucho para nosotros", al igual que la familia Valencia y por eso, "seguiremos recordándolo y haciendo las cosas bien".
El alcalde puso de manifiesto que este recuerdo debe ser el que abandere el ambiente de respeto y armonía del que hace gala Algeciras, algo que la muerte de Diego ha hecho patente. Lo que hace grande a Diego Valencia, en comparación de su asesino es que si este último lo mató por sus creencias, Diego dio la vida por la suyas.