El alcalde, José Ignacio Landaluce, ha mostrado su satisfacción por las previsiones en lo que a ocupación hotelera se están constatando en la ciudad con motivo del periodo vacacional de Semana Santa.
Según los datos facilitados por los establecimientos hoteleros, la tasa de ocupación en el primer tramo de esta Semana Santa ronda el 73%, una cifra que, de cumplirse las previsiones, llegará hasta el 86% en el segundo tramo, entre miércoles y sábado, porcentaje que podría incluso superarse si se cumplen las expectativas de estos establecimientos.
Estos datos avalan los esfuerzos que viene realizando el Ayuntamiento, a través de la Delegación de Turismo que dirige Susana Pérez Custodio, en la promoción de nuestra ciudad como destino turístico a todos los niveles, unos datos que destacan en periodos determinados como es la Semana Santa. De hecho, la teniente de alcalde ha destacado que la Semana Santa es uno de los principales eventos que Algeciras promociona todos los años en la Feria Internacional del Turismo (Fitur), y que, a la tradición popular que para la ciudad supone la salida procesional del Cristo de Medinaceli el Martes Santo, se han sumado en la última década la presencia de la Legión en el Lunes Santo, el cuerpo de Regulares el Miércoles Santo, y la participación del Racta 4 (Artillería) acompañando al Santo Entierro el Viernes Santo, que suponen unos atractivos añadidos a las procesiones, sumando cada año más visitantes.
El alcalde concluye mostrándose convencido de que estas buenas cifras podrían haberse superado con creces en el caso de que las previsiones meteorológicas hubiesen sido más favorables y el buen tiempo hubiese beneficiado un mayor aprovechamiento de las playas, que gracias al mantenimiento de las mismas que se lleva a cabo durante todo el año se encuentra en perfecto estado para su uso y disfrute.
Por último, el primer edil ha aprovechado para agradecer la colaboración y participación de Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil en todos los actos que se llevan a cabo con motivo de la semana en la que la cristiandad celebra la pasión y muerte de Cristo.