La marea de chalecos fluorescentes ha tomado de nuevo las calles del centro de Algeciras. Lo ha hecho por segunda vez en esta huelga, una vez llegados a un punto que parecía impensable incluso para los más pesimistas cuando se celebró la primera manifestación a finales del mes de febrero.
Unas 1.500 personas, entre trabajadores y familiares, salían a las 11.00 horas desde la estación de Renfe. A medida que avanzaba la comitiva el número de participantes se iba incrementado (hasta alcanzar los 2.000, según fuentes policiales) al igual que los ánimos.
Antes de la salida, José Antonio Gómez Valencia, portavoz del comité de huelga, ha explicado en declaraciones a los medios de comunicación que la plantilla afrontaba esta nueva protesta con "desesperación" al acumular "118 días de huelga, sin cobrar", asegurando de que la negociación del nuevo convenio colectivo estaba enquistada y paralizada porque la dirección de la entidad "no quiere" alcanzar acuerdos.
"Hemos intentado llegar a un acuerdo, pero la empresa no ha querido negociar y encima ha tenido la ayuda del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL)", ha criticado, acusando a dicho ente de la Administración andaluza de promover "una propuesta que beneficiaba más a la empresa" que a la plantilla, que el pasado 16 de mayo rechazaba el planteamiento de el CARL.
El portavoz del comité de huelga, quien ha lamentado la ausencia de los alcaldes del Campo de Gibraltar en esta nueva movilización; también ha abordado la decisión de la empresa de cambiar el modelo de operación de su planta de Los Barrios, reduciendo de cinco a tres los turnos, así como la reunión fijada para el lunes en Madrid entre una representación de la entidad y el presidente y secretario del comité de empresa, cuya composición es diferente a la del comité de huelga; para tratar esta medida.
En ese sentido, el portavoz del comité de huelga ha avisado de que la plantilla no va a "permitir que la empresa quiera quitar de enmedio a trabajadores" de la misma manera que en el expediente de regulación de empleo (ERE) de 2019, cuando según ha recordado, el grueso de los afectados obtuvo una salida vía prejubilaciones pero 24 de los empleados fueron despedidos "con una indemnización baja, sin condiciones óptimas".
Tensión
Los mayores momentos de tensión se han vivido al alcanzar la puerta del Ayuntamiento de Algeciras. Allí una comitiva municipal encabezada por el alcalde, José Ignacio Landaluce, esperaba a los trabajadores como muestra de deferencia al organizarse la manifestación en Algeciras.
Algunos trabajadores han increpado e insultado al alcalde afeándole su postura y la de su partido (PP) al frente de la Junta de Andalucía en el proceso negociador. Landaluce se ha enfrentado a alguno de los trabajadores por los insultos proferidos e incluso el secretario comarcal de CCOO, Manuel Triano, ha tenido que intervenir calmando los ánimos y llevándose al alcalde.
Tras el incidente, la comitiva ha alcanzado la Plaza Alta, donde Gómez Valencia, megáfono en mano, se ha dirigido a sus compañeros. Más exaltado que en ocasiones anteriores, el portavoz del comité ha querido compartir detalles del proceso de negociación con la plantilla.
Ha asegurado que "durante la negociación la empresa ha cometido delitos, ya que durante los recesos para el almuerzo, tiene pruebas de que los negociadores de Acerinox han robado documentos de las mochilas de al menos dos miembros del comité de huelga para tener nuestras propuestas de antemano". "Ya no aguantamos más. están jugando al desgaste. El ERE que se quiere presentar ahora tenemos pruebas de que lo querían presentar el 2025. El CARL está comprado".
"Ni un paso atrás" se ha escuchado con fuerza en la Plaza Alta, en donde acamparán a partir del miércoles en señal de protesta.