El presunto yihadista que está siendo juzgado por la Audiencia Nacional por adoctrinamiento y por quemar un vehículo policial que realizaba seguimientos sobre su persona ha negado este lunes ante el tribunal los hechos señalando que "jamás" ha tenido que ver con personas relacionadas con el terrorismo yihadista y que de hecho era confidente de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) de Policía Nacional.
Así lo ha aseverado a preguntas del fiscal de la Audiencia Nacional, que en su escrito de acusación solicita para Hafid M.M. la pena de 9 años de prisión por los delitos de adoctrinamiento pasivo y daños por medio de incendio a medios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
En ese escrito se explicaba que el acusado comenzó un proceso de "profunda radicalización en postulados de carácter yihadista" durante su permanencia en la cárcel de Botafuegos (Algeciras). Y que fue cuando los agentes entraron a registrar su domicilio en 2021 cuando hallaron un 'iphone 11' en el que el acusado tenía imágenes de la 'Shahada', "icono de combate" de Estado Islámico (Daesh), así como accesos a visionados de vídeos alusivos a la yihad e incitando al martirio.
Pero en su declaración ante la Sala, Hafid ha señalado que esos vídeos llegaron a su móvil por un "error tecnológico" ya que sin querer grabó la pantalla cuando veía vídeos de TikTok.
Y en cuanto a un pendrive con 'nasheeds' --cánticos religiosos escuchados normalmente por radicales islamistas-- que le hallaron a su madre en el moño cuando iba a dárselo a la cárcel, el encausado ha explicado que si bien nunca tuvo acceso al mismo porque fue requisado, él lo que le solicitó a su madre fue un 'pen' con música variada.
De hecho, tras confesar que es musulmán pero no practicante y después de asegurar que no se junta con yihadistas porque son "asesinos", ha aseverado que él lo que quería era poder escuchar su música preferida --"Gero, Los Chichos, el Fari, Camarón..."-- y por eso solicitó a su madre ese favor.
Dice no haber pisado la mezquita blanca
Por otro lado, también ha negado relacionarse con personas cercanas o vinculadas al yihadismo de la ciudad de Melilla que se reunían en torno a la mezquita blanca del barrio de La Cañada, y de hecho ha apuntado que no puede entrar en esa zona porque tiene amenazas de muerte dado que es confidente de la Policía.
Por otro lado, sobre el incendio del vehículo que grababa sus movimientos ha señalado que cuando él llego a su barriada vio un grupo de vecinos observando un vehículo que tenía un cristal roto, y que tras subir a su casa por el toque de queda --era pandemia-- a la hora aproximadamente escuchó una deflagración fruto del incendio del coche.
Según su versión, apoyada por una de las hermanas que ha declarado como testigo, bajaron a ver qué había pasado y grabó un vídeo. Pero ha negado tajantemente haber roto el cristal y mucho menos haberle prendido fuego. De hecho, ha explicado que esa misma noche estuvo buscando información en Internet sobre como ser agente del CNI porque era uno de sus objetivos, y también buscó información sobre el incendio para luego reportar a un tal Alejandro que, ha asegurado, era su contacto en la UDYCO.
La defensa, que ha puesto de soslayo en cuestión la cadena de custodia del 'iphone' que le incautaron a Hafid en el registro, ha incidido mucho en varios de los interrogatorios en que era un infiltrado de la Policía, que tenía problemas con las drogas y que de hecho tuvo que ser trasladado de cárcel porque no podía convivir con gente a la que previamente había delatado.
Los investigadores: era tratado "con clase"
En el día de hoy han desfilado ante el tribunal una decena de testigos, entre los que estaban los agentes a cargo de realizar la investigación sobre la persona de Hafid. El primero de ellos ha señalado que arrancó la investigación del sospechoso tras tener constancia de que la madre había intentado pasarle en el pendrive esos 'nasheeds'.
De los informes que Instituciones Penitenciarias le iba pasando al grupo investigador, ha explicado, llegan a la conclusión de que su manera de actuar encajaba en el de una persona con un comportamiento radical. Y ha puesto como ejemplo que prohibiera a su pareja limpiarse los dientes o usar perfumes en ramadán porque llevaban alcohol "y acaba en el torrente sanguíneo": "Esa interpretación solo la contempla quien sigue una ortodoxia muy radical. Es de carácter salafista".
A eso ha sumado que tuvieron conocimiento de que, en su estancia en prisión, se carteaba con presos condenados por terrorismo yihadista, y que cuando salió frecuentó la conocida como mezquita blanca. De hecho, ha afirmado que en 2022 le vieron allí --gracias a los seguimientos-- más de una docena de veces, "y era recibido con clase porque tenía cierto pedigrí". "Era bien recibido, le tenían cierto cariño", ha explicado.
Este testimonio se ha visto reforzado por el de la segunda testigo que ha explicado que detectaron que el encausado acudía a esa mezquita y que les llamó la atención porque se integró "rápidamente" con el núcleo de salafistas radicales, lo que les llevó a pensar que tenía "un vínculo anterior".
Y sobre lo declarado por Hafid de que no pisaba ese barrio porque estaba amenazado, la agente ha aseverado contundentemente que "es mentira" porque se movía "como Pedro por su casa por allí".
Pantallazos para "no dejar rastro"
Un tercer agente ha puesto el foco en que cuando se hicieron con el móvil del encausado se encontraron con que en su galería multimedia había diferentes imágenes en vídeo y foto referentes a la 'Shahada' y vídeos de organizaciones terroristas como 'El Emirato del Cáucaso' --vinculada al Estado Islámico--, de campos de entrenamiento de la yihad chechena e "imágenes de un combatiente que porta un arma pesada en posición de hacer fuego contra algún objetivo".
Al hilo, ha señalado que les llamó la atención que esos vídeos fueran grabaciones de pantalla y no archivos procedentes de descargas, y ha explicado que el motivo puede ser que no quisiera dejar rastro de descarga de contenido propagandístico de la yihad.
Por otro lado, ha indicado que en su teléfono incautado pudieron comprobar que se interesó en el portal 'Milanuncios' sobre cómo comprar un arma de fuego y que tras el incendio del coche policial buscó de forma improvisada cómo se hacían seguimientos de yihadismo o cómo se pinchaban teléfonos, y que esas búsquedas fueron coetáneas con otras para adquirir billetes de salida de Melilla.