Silencio y luto en la Plaza Alta. Sale el Santo Entierro. Un imponente paso dorado en el que Cristo yace sin vida dentro de una urna. A su alrededor claveles rojos, como símbolo de la Pasión. Nazarenos de luto y sobriedad.
Acompañando al sepulcro los militares del Racta-4 cantando 'La muerte no es el final'. La primera levantá ha estado en las manos de Manuel Jiménez, militar del Racta-4 y que este año pasa a reserva tras más de 30 años de servicio.
El paso impone, la fe se hace paso entre las sombras. La muerte, como canta el Racta-4 no es el final, sino el principio de la vida eterna.
Tras el sepulcro con su Hijo, sale Ella. Radiante a pesar del dolor. La Virgen de la Soledad estrenando techo de palio y bambalinas bordadas en oro con motivos decorativos de la Plaza Alta. La cuadrilla de costaleros la saca a pulso desde fuera de la iglesia. Suena el himno de España Ya en la calle, el ex hermano mayor de la cofradía, Manuel García Campillo, protagoniza una primera levantá en recuerdo de tres fallecidos: Julián Romaguera, hermano del actual Hermano Mayor, Cándido Romaguera; Jesús Gutiérrez, ex presidente del Consejo Local y el padre Jesús Casado.
Es un Viernes Santo de recogimiento y oración. Tres procesiones ponen el epílogo a una Semana Santa sobresaliente en Algeciras.