Con mucha desesperación y miedo. Así vive Inmaculada Llamas, una algecireña inquilina de una vivienda en la calle Segre de La Piñera, a la que se le ha derrumbado el techo de una de las habitaciones de su casa con las primeras lluvias de este otoño.
Llamas, madre de un niño de tres años y víctima de violencia de género, explica que ya en la pasada primavera la última borrasca que azotó a a la ciudad destrozó la tela asfáltica del edificio (ella vive en el último piso). "Fue una noche que estaba yo durmiendo con el niño en este cuarto cuando me desperté porque la cama estaba mojada, ahí me di cuenta de que se estaba filtrando agua", a partir de ese momento se cambió de habitación para dormir (la vivienda tiene dos cuartos), pero la situación ha ido a peor con las primeras lluvias de este otoño.
Fue la semana pasada, cuando también de madrugada, escuchó un estruendo y se percató de que el techo de la habitación se había derrumbado. "Menos mal que fue de noche y no de día porque el niño entra a jugar ahí muchas veces", explica. De hecho, se puede observar la cuna de su hijo y los juguetes por el suelo, mezclados con los restos de escayola y de escombros.
El estado de esta habitación es solo la punta del iceberg de cómo se encuentra la casa. Humedades, caída de escayola y desconchones a consecuencia del lamentable estado de conservación del edificio. Incluso desde la calle se puede observar como la cornisa está a punto de desprenderse. A todo este panorama le acompaña un fuerte olor a humedad que provoca que el menor enferme más de lo que debería.
La desesperación ha hecho mella en Inmaculada que ve cómo se acerca el invierno y teme que lo que le queda de casa ceda ante las lluvias. "No tengo otro sitio donde ir, me veo en la calle", relata. Esta algecireña ya ha dado parte a los servicios sociales de su situación de riesgo social y está inscrita en el registro de demandantes de vivienda social del Ayuntamiento de Algeciras desde hace más de un año sin que hasta la fecha haya recibido noticias.
Cabe recordar que las viviendas de la calle Segre se encuentran incluidas en el Programa de Rehabilitación de Vivienda de la Junta de Andalucía.