El conflicto laboral de Acerinox Europa entra, cuando se cumplen cien días de huelga, en una fase definitiva para su resolución. Las partes recibieron en la jornada de ayer la propuesta del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL) para el IV Convenio Colectivo. La empresa asume esta propuesta de mediación aunque considera que "no es suficiente para la viabilidad de la planta de Los Barrios". Por su parte, el comité de huelga estudia el texto.
Tal y como se acordó en la reunión del pasado 9 de mayo, Acerinox Europa recibió ayer la propuesta elaborada por el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL) para el IV Convenio Colectivo. La empresa, respecto a la propuesta del CARL acepta las condiciones económicas de la propuesta, aunque "recuerda la situación deficitaria y las pérdidas registradas en los últimos años". Además, en relación al cambio de modelo organizativo, Acerinox apunta que la propuesta supone "una ralentización de la necesaria adecuación de la planta a la situación de la demanda y del mercado, por lo que requerirá del esfuerzo y el apoyo de todas las personas trabajadoras".
La empresa considera "imprescindible poner fin a este conflicto, por lo que somete su decisión final al resultado de la votación de la propia plantilla". En el caso de que esta respalde la propuesta de la mediación del CARL, Aceriox Europa dará su conformidad a la propuesta.
En línea con su voluntad de terminar con esta situación, y en relación con las recomendaciones efectuadas por el CARL sobre la resolución de los conflictos judiciales planteados, Acerinox confirma que desistirá de su solicitud de indemnización de daños y perjuicios a los miembros del comité de huelga implicados en esta materia, manteniendo sólo la pretensión de la declaración de ilegalidad de la huelga promovida por ATA.
El resto de demandas siguen en este momento bajo los efectos de la suspensión acordada por las partes.
Acerinox Europa considera que las partes negociadoras ya han agotado su capacidad para alcanzar acuerdos, por lo que se está ante la última oportunidad de resolver este conflicto siguiendo el cauce que la normativa laboral vigente ofrece como modelo más adecuado. La empresa confía en que la plantilla comparte esta opinión y pone la decisión en sus manos a través de la votación.