Matar dos pájaros de un tiro. O al menos ese es el objetivo en el que trabaja la Sección de Educación Permanente (SEP) de Tarifa en colaboración con la Asociación Algas del Estrecho y la finca La Almoraima con el desarrollo no comercial de un proyecto piloto para utilizar el alga Rugalopterix okamuare como base de un producto para paliar los efectos de la seca en los alcornoques.
Esta peculiar iniciativa se gesta a caballo entre Tarifa, Castellar y Facinas. El objetivo es la obtención de un producto a base de alga invasora que pueda ser replicable por cualquier persona que esté interesada en un método artesano y barato para mejorar tanto el aporte de micronutrientes como un tratamiento curativo frente a la seca del alcornoque.
La hipótesis con la que el equipo trabaja es que el alga invasora cuando está fresca y limpia contiene una sustancia que no permite que otras crezcan cerca. El oomiceto, hongo de la seca, tiene un funcionamiento similar al de las algas por lo que se quiere comprobar si el uso de un fertilizante elaborado a base de Rugalopterix okamuare puede eliminar o al menos diasuadir la aparición de la seca en los alcornoques.
Este producto se elabora con alga invasora fresca y limpia recolectada a mano por las alumnas del SEP Tarifa de la playa de La Caleta. En una primera fase, se lava con agua dulce y se retiran los restos. Como si de un potaje se tratara, se añade melaza para facilitar los microorganismos que participan en la fermentación para favorecer la actividad microbiológica y acelerar el proceso de compostaje del alga. Posteriormente hay que cubrir con agua dulce la masa de algas en un bidón y dejar fermentar e hidrolizar durante cuatro meses.
Acuerdo con La Almoraima
El acuerdo con la finca La Almoraima es clave para el exito del proyecto, ya que es fundamental aplicarlo sobre un terreno y analizar los resultados con posterioridad. Es por ello, que La Almoraima ha reservado tres parcelas para probar el fertilizante. En una, se aplicará el producto, otra es de control y una tercera en la que se aplicarán abonos químicos para poder realizar una comparativa. Antes de comenzar con la aplicación, la finca realizará una analítica del suelo. Además se encarga del transporte de los bidones de productos, del seguimiento y de los test de control para validar el éxito.
Está previsto que el fertilizante se aplique en La Almoraima durante la ventana de germinación del oomiceto, es decir, cuando la temperatura media sea de 20 grados, probablemente a finales de marzo. Los alcornoques deben recibir 5 litros de productos por semana, repartidos en cuatro consecujtivas, según los primeros cálculos. A partir del año se extrarían las conclusiones. Además, también se quiere comprobar su este producto ayuda al crecimiento del árbol y de las hojas. Para ello se realizará un control fotográfico.
Se trata de un proyecto pionero ya que por primera vez se usa el alga invasora fresca. Hasta el momento se habían encontrado usos a los arribazones retirados por los ayuntamientos secos y mezclados con arena y residuos, pero nunca se había experimentado con la especie sin secar.
Para elaborar 40 litros de fertilizante se necesitan 8 kilos de algra fresca, limpia y molida. Un trabajo, que por falta de medios, las propias alumnas del SEP de Tarifa están realizando en sus casas, en Facinas.
El director de la Sección de Educación Permanente de Tarifa, Antonio Vegara, considera que si la hipótesis se cumple se lograría un importante remedio para los dos grandes males que azotan los dos parques naturales del Campo de Gibraltar.
"Se trata de un nuevo camino para mitigar la reproducción de esta especie que tanto daño está haciendo en nuestro ecosistema marino", señala Vegara.