El conflicto de Acerinox, en cifras

Empresa, trabajadores, subcontratas y proveedores sufren la huelga indefinida de la planta de Palmones, que representa representa el 14,6% del PIB del Campo de Gibraltar · La situación de la plantilla y el contexto de la acería hacen necesario y urgente el fin la actual situación

Periodista
27 de Mayo de 2024
Trabajadores, frente al edificio de Acerinox en Palmones. Foto: F.M.

Una fábrica, 112 días de huelga, 1.800 trabajadores. Son cifras ya conocidas en el conflicto laboral de la planta de Palmones de Acerinox Europa. Pero hay otras, las de las consecuencias directas e indirectas de una inactividad que se encamina a los cuatro meses y que afecta especialmente a empleados y compañía matriz pero que, en cascada, también a empresas auxiliares, contratas, proveedores y, en definitiva, a una comarca que sigue pendiente de una empresa que representa el 14,6% de su Producto Interior Bruto (PIB)

Las consecuencias de la huelga en términos económicos no son fáciles de cuantificar, mucho menos si hablamos del impacto social que se filtra en numerosos sectores. Lo que está claro es que el impacto va mucho más allás de las pérdidas económicas y de competitividad que está suponiendo para Acerinox Europa. Sobre esto, la empresa cifró en 31 millones de euros las pérdidas durante el primer trimestre de 2024. Señala también que las pérdidas estructurales diarias estimadas son de 180.000 euros

La división de Acerinox Europa está formada por la fábrica de Palmones, la de Roldan en Ponferrada (León) y la de Inoxfil en Igualada (Barcelona). Entre las tres suman un total de 2.500 proveedores, que también están sufriendo el impacto de la inactividad de la fábrica durante 112 días. En lo que respecta a la planta de Los Barrios, según fuentes de la empresa consultadas, cuenta con más de 1.500 proveedores, de los que el 80% son locales. La paralización de los servicios a Acerinox Europa por la huelga podría suponer que dejen de percibir 1.342 millones de euros.

La acería del Campo de Gibraltar cuenta, además, con unas 30 empresas subcontratadas de forma directa, que supone unos 600 empleos directos, que se suman a los 1.800 operarios de la propia empresa matriz. Estas ya están sufriendo también los casicuatro meses de inactividad. Un ejemplo de esto es Masa, empresa de mantenimiento industrial y la mayor subcontrata de la planta palmoneña con unos 230 trabajadores que ven peligrar sus puestos de trabajo después de que la empresa haya anunciado su intención de rescindir el contrato con Acerinox Europa. También ha trascendido los problemas que la huelga está creando en Eulen. Los comités de empresa de estas subcontratas anunciaron el pasado viernes que se unen a la reivindicación del comité de huelga de Acerinox agravando la situación de paz social en la bahía.  

Un ejemplo del impacto que tiene la inactividad de la planta de Palmones en otros sectores podemos encontrarlo en un dato ofrecido recientemente por el Puerto Bahía de Algeciras, que señalaba hace unos días que la huelga de Acerinox ha provocado un descenso del 70% en el tráfico de los graneles sólidos en el primer cuatrimestre del año

Además de las consecuencias económicas, según datos de la empresa, la inactividad de la planta provoca la paralización de más de 54.000 horas de formación (entre ellas a profesionales extranjeros), "una pérdida de competitividad que se extiende a las más de 60 empresas suministradoras de tecnología y digitalización de Acerinox Europa, cuyos profesionales no pueden prestar sus servicios".

Situación de los trabajadores

Empleados de la factoría, durante una jornada de huelga. Foto: N. M.

Capítulo aparte merece la afección a la plantilla. La planta de Palmones emplea de forma directa 1.746 trabajadores -más del 98% son fijos- y, de forma indirecta, se calcula que son más de 10.000 en toda España. Este centro de trabajo es el que cuenta con mayor número de empleados de toda Andalucía, es uno de los mayores consumidores de energía de la comunidad andaluza y la segunda empresa exportadora de la región. Acerinox Europa, como ya se ha referido, representa el 14,6% del PIB de la comarca y en la provincia de Cádiz ese porcentaje es cercano al 8%

Los trabajadores decidieron iniciar la huelga indefinida el pasado 5 de febrero por el bloqueo en las negociaciones del IV Convenio Colectivo, después de más de un año de conversaciones infructuosas. Desde el inicio de la huelga hace 112 días, vamos camino del cuarto mes, se han mantenido una treintena de reuniones con la mediación del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL), sin resultado positivo y con una votación de propuesta por parte de la plantilla que rechazó mayoritariamente (1.200 frente a 400) esta propuesta de la mediación. 

La afección de los trabajadores con motivo del mantenimiento de la huelga se traduce en varios perjuicios: salarios mensuales no percibidos, no cómputo para pagas extras, no cotización a la Seguridad Social durante el tiempo que dure la huelga, y complementos salariales no percibidos. Preguntado al comité de empresa en cuánto se traduce estas pérdidas en términos económicos apunta que depende de la antigüedad ya que en la plantilla hay gente con menos de 10 años de antigüedad y gente de 35. Según datos aportados por la empresa, el salario bruto anual medio en Acerinox Europa asciende a 47.059 euros, superior en un 44% a la media del sector industrial metalúrgico en España en el año 2022.  

Los trabajadores de Acerinox, ante la situación provocada por la huelga, crearon a mediados de abril la llamada Caja de Resistencia para ayudar con productos a los empleados más afectados por la huelga indefinida. Antonio Torrejón, impulsor junto con otros trabajadores de esta Caja de Resistencia, señalaba el pasado 20 de mayo -con 106 días de huelga- que en las últimas semanas habían aumentado el número de familias que precisan de la ayuda de la asociación: de 30 a 50 hasta la pasada semana, y que había familias que habían necesitado dos y tres veces reponer productos. 

El impacto social del conflicto laboral en Acerinox Europa en el Campo de Gibraltar es difícil de cuantificar, pero con los datos anteriores se puede llegar a hacer una idea del dinero que no se está moviendo en la zona y que tiene consecuencias en actividades ligadas a la vida en la fábrica y a la de sus trabajadores: bares, restaurantes, ocio y comercios... 

Contexto de la empresa 

Entrada a la planta de Acerinox en Palmones. Foto: N.M.

Acerinox Europa cuenta con una capacidad teórica instalada de un millón de toneladas en acería y 660.000 toneladas de laminación en frío. Elabora productos planos de acerino inoxidable en diversos tipos de acero, formatos, espesores y acabados. La empresa insiste en que, aunque el Grupo Acerinox reporta beneficios, la planta de Palmones y la división a la que pertenece no lo hace. Para revertir esa situación, provocada por una serie de situaciones en el sector a nivel internacional ajenos a la propia fábrica, propone un nuevo modelo organizativo para garantizar su viabilidad y reducir la pérdida de competitividad a través de medidas de flexibilidad y formación en polivalencia, dos conceptos que la plantilla entiende que choca con sus intereses.

Mientras tanto, la multinacional considera que la huelga ha impedido que la empresa satisfaga sus compromisos con sus clientes, que es de suponer que habrán buscado otros proveedores para continuar con su actividad. Esto produce un doble grado de afectación, la económica y la reputacional, además de generar incertidumbre sobre la recuperación de los clientes perdidos.

¿Pero qué ha provocado esa situación de pérdidas de la planta? Los altos precios de la energía, la fuerte caída del consumo aparente en Europa (21% en el último ejercicio) y el consecuente descenso de la demanda, acompañado de una fuerte corrección de los precios, ha hecho decaer la actividad de la fábrica en los últimos años. Unas condiciones de mercado que, si bien históricamente han sido cíclicas, han llevado a Acerinox Europa a presentar pérdidas en cuatro de los últimos cinco años, lo que indica que podría empezar a considerarse estructural.

En cuatro de los últimos cincos años, Acerinox Europa ha registrado unas pérdidas acumuladas que, sólo en el último ejercicio 2023, fueron de unos 190 millones de euros y en el primer trimestre de 2024 de 31 millones.

Según la empresa, en cuanto a la demanda, 2023 fue el peor año en ventas desde la constitución de Acerinox Europa en 2011, debido sobre todo a los altos niveles de inventarios en la cadena de distribución, lo que ocasionó un descenso de las ventas de los fabricantes y obligó a aplicar ERTE en la fábrica de Los Barrios de forma recurrente durante varios meses del pasado ejercicio. Los bajos precios también obligaron al Grupo Acerinox a renunciar a pedidos por no poder alcanzar márgenes mínimos de contribución.

Hay que tener en cuenta que el Grupo Acerinox es una multinacional con una red productiva compuesta por 13 fábricas repartidas en todo el mundo, que vende productos a 77 países y, por lo tanto, es vulnerable a los cambios del sector. La complicada situación de los mercados europeos provocada por la caída de la demanda, el desplome de los precios y los elevados costes energéticos deterioró significativamente el sector. Todo ello derivado de la presión provocada por la sobreproducción llegada de otras zonas (especialmente China), así como de los altos costes de producción en Europa.

El ejercicio 2023 volvió a estar marcado por las tensiones geopolíticas y los problemas en las cadenas de suministro. Al conflicto de Rusia-Ucrania se sumó el de Gaza-Israel y, a finales del ejercicio, los incidentes en el Mar Rojo alteraron las rutas comerciales y desviaron los flujos de mercancías del canal de Suez hacia rutas alternativas más largas y con mayores costes. La división de inoxidable tuvo un ejercicio de baja actividad tras la fase de ajuste de inventarios iniciada durante la segunda mitad de 2022. La producción mantuvo la tendencia bajista que ya se vislumbró durante el cuarto trimestre de 2022. En este sentido, se produjeron ajustes significativos en todos los países productores salvo China e Indonesia, cuyos excedentes generados se tradujeron en una mayor presión en precios en los mercados.

Las previsiones que tenía el Grupo Acerinox para 2024, antes de la huelga que va camino de los cuatro meses, pronosticaban niveles de ventas algo por encima del ejercicio 2022 (segundo peor año de la historia, solo superado por 2023) y volver, a partir de 2025, a volúmenes más estables, en línea con los niveles históricos previos a la pandemia, impulsado por los planes estratégicos adoptados por la compañía. Todo esto está ahora mismo en el aire por el impacto que está teniendo la huelga y el que pueda tener a futuro.

Todo esto hace no solo conveniente sino necesario y urgente el fin de la actual situación en la planta de Acerinox en Palmones, que está teniendo un perjuicio económico y social en la comarca. Para ello, así lo señala el bloqueo de las negociaciones tras más de 110 días de huelga, ambas partes tienen que volver a las negociaciones y al diálogo constructivo, única vía para resolver el conflicto laboral más grave vivido en el Campo de Gibraltar en décadas.