La huelga en la factoría de Acerinox Europa en Palmones cumple su novena jornada. Con un comité de huelga ya formado por los cuatro sindicatos -ATA, CCOO, UGT y USO-, ambas partes esperan se den las condiciones para volver a la mesa de negociación del convenio colectivo. Las posturas continúan alejadas y el principal obstáculo se establece en la flexibilidad de la plantilla. La compañía considera que es clave para el cambio de modelo que defiende que precisa la factoría de Palmones con el fin de recuperar la rentabilidad y reclama que sea recogido por convenio. Mientras, los representes de los trabajadores mantiene que no es materia de negociación.
Acerinox Europa sostiene que la fábrica de Acerinox en la comarca ha arrojado pérdidas en cuatro de los tres últimos años, y que el año de benificio (2021) no fueron márgenes muy grandes y que se debió a un efecto látigo tras la pandemia. Con esto, fuentes de la empresa señalan que las pérdidas no es algo cíclico sino ya estructural de la factoría palmoneña, en la que trabajan 1.800 empleados. Ante esto, Acerinox defiende un cambio de modelo que permita la vuelta a la rentabilidad a medio plazo. La empresa considera fundamental adaptar el trabajo a las necesidades del mercado, a los pedidos y al volumen de trabajo, y hacerlo con una seguridad jurídica recogida en el convenio colectivo.
Dentro de esa flexibilidad que reclama Acerinox a la plantilla está ampliar la polivalencia de los trabajadores entre departamentos -laminación en frío, acería, laminación en caliente- y la disponibilidad de la plantilla. Esto sería tener la capacidad de mover los trabajadores entre talleres según las necesidades o la demanda en uno u otro departamento. La empresa incide en que esto se haría con la debida formación de los empleados. Esto podría facilitar, además, la salida de empleados del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
Una vez se acepte por parte de los interlocutores de los trabajadores que la flexibilidad sea materia de negociación de convenio, la empresa entiende que se negociaría punto por punto hasta alcanzar un acuerdo satisfactorio para ambas partes.
Hasta ahora, los trabajadores, al hablar de las posturas de una y otra parte, señalan que el capítulo de flexibilidad "no es materia de negociación de convenio". Exponen que la propuesta es crear una bolsa de horas que se generaran a favor de la empresa, mayoritariamente el trabajador o trabajadora la compensaría alargando la jornada de mañana o yendo antes a su jornada en el turno de tarde, para formación o para apoyo al turno.
El próximo jueves está previsto que las dos partes se sienten en el Sercla, aunque en esta ocasión el asunto a tratar es la consideración por parte de la empresa de "huelga ilegal". Además, la empresa reclama a los convocantes 181.000 euros por día de huelga más una cantidad por daños. La huelga entra mañana en su décimo día de huelga con nuevas acciones previstas por los trabajadores.