Un inspirado David Galván corta una oreja en Las Ventas

El diestro afincado desde hace años en el Campo de Gibraltar cuajó una gran tarde en la undécima corrida de la Feria de San Isidro, en Madrid

23 de Mayo de 2024
Un inspirado David Galván corta una oreja en Las Ventas. Foto: Plaza 1.
Un inspirado David Galván corta una oreja en Las Ventas. Foto: Plaza 1.

David Galván brilló en la undécima corrida de la Feria de San Isidro celebrada ayer, miércoles 22 de mayo, en Las Ventas. El diestro afincado desde hace años en el Campo de Gibraltar cortó una oreja al cuarto toro y se convirtió en el triunfador de una tarde en la que compartió cartel con Álvaro Lorenzo y Ángel Téllez para toros de la ganadería El Torero. 

De azafata y oro, David Galván cuajó una gran tarde en Madrid. Y eso que no fue nada fácil en los primeros tercios y en el ambiente parecía complicado firmar una gran faena como la que firmó el torero. Inició por doblones por bajo rematados con un soberbio pase de pecho, de nuevo se puso por doblones rematados con una templadisima trincherilla que arrancó al público de Las Ventas. Completó una corrida llena de personalidad, magia y temple de Galván, que rindió a la plaza madrileña con su gran concepto.

Bello muletazo de David Galván al toro de la ganadería El Torero.
Bello muletazo de David Galván al toro de la ganadería El Torero. Foto: Plaza 1. 

Para cerrar la faena, mató de una gran estocada, que le sirvió para confirmar la oreja. En el tendido, con 15.400 espectadores, se pidió la segunda, aunque no fue concedida. 

De rodilla y mirada al cielo tras la estocada al cuarto de la tarde.
De rodilla y mirada al cielo tras la estocada al cuarto de la tarde. Foto: Plaza 1. 

Fue una gran tarde para Galván. También tuvo una buena actuación en el primero, a pesar de encontrarse con un astado que tampoco lo puso fácil ya que soltó mucho la cara. Aunque condicionada por la embestida irregular del de El Torero, el diestro afincado desde hace veinte años en Los Barrios, arrancó una faena pura y mató de buena estocada, lo que sirvió una fuerte ovación. En el segundo, llegó la inspiración