Una comarca más atractiva para frenar la huida de los MIR

Las dos áreas sanitarias del Campo de Gibraltar han recibido a 37 especialistas residentes quienes complementarán su formación en los centros de salud y hospitales de la comarca. Conocemos a dos ellas.

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Periodista
19 de Mayo de 2024
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Las dos áreas sanitarias del Campo de Gibraltar han recibido a 37 especialistas residentes quienes complementarán su formación en los centros de salud y hospitales de la comarca. Se trata de un soplo de aire fresco para la sanidad campogibraltareña que busca fórmulas que convenzan a los futuros especialistas para quedarse a trabajar en la zona.

Sin embargo, la fórmula que tanto se busca para hacer más atractivo el Campo de Gibraltar para los profesionales puede que esté en sus propias manos. Y es que la comarca sorprende positivamente a muchos de ellos cuando comienzan su andadura en nuestra sanidad y logran, de una vez por todas, alejarse de los prejuicios que, en la mayoría de los casos, azotan injustamente a municipios como Algeciras o La Línea.

8Directo ha querido conocer el testimonio de dos especialistas residentes que empezaron su residencia la semana pasada en la sanidad pública campogibraltareña.

Anelffry Reyes trabaja como médico de familia en el centro de salud de Los Barrios. "Ha superado todas las expectativas, tras mi primera semana estoy más enamorada aún de la medicina de familia. Ya había trabajado en otros centros antes pero el de Los Barrios es un centro ejemplar, trabajan magníficamente y tienen un increíble manejo de las patologías", asegura.

Hay que tener en cuenta que una de las especialidades menos elegida por los médicos es precisamente la medicina comunitaria y de familia. "Era una de las opciones que tenía, sopesé que había bastantes salidas, cuando estás de residente en formación ves que faltan muchas cosas", explica Reyes.

En este sentido, la sanitaria se ha encontrado con una doble estigmatización: por un lado, su disciplina y por otro la zona donde la desarrolla. 

"La medicina de familia se estigmatiza, se margina quizás por el problema de la selección de citas o el trato de pacientes al médico y viceversa. Todo ello hace que uno como profesional no se incline por esa especialidad. Sin embargo, en mi centro de salud la bienvenida ha sido muy cordial con mucha cercanía y ese es el trato que yo le quiero brindar a mis pacientes", confiesa.

Con respecto al periodo de residencia que inicia ahora es tajante: "Nos sentimos motivados, empoderados con nuestra residencia".

Julia Floriano, es enfermera residente de Salud Mental y trabaja en la Unidad de Agudos del Hospital de La Línea. Al igual que su compañera sufre doble estigmatización debido a la especialidad y al municipio donde la desarrolla.

Pero Floriano está dispuesta a derribar todos los prejuicios. "El recibimiento en La Línea ha sido muy agradable. Formo parte de un equipo interdisciplinar estupendo que se reúne para evaluar cada paciente individualmente. Admito que no estaba entre mis primeras opciones, la vida te lleva por caminos diferentes, Llevo cinco años de graduada y hasta ahora no me planteaba la especialización", relata. " Se rompen muchos estigmas de lo que vemos en las noticias, hay muchos prejuicios con Algeciras y esta zona", revela la enfermera.

Ambas se encuentran bajo la supervisión de José Miguel Hernández, el jefe de estudios y facultativo en el Hospital Universitario Punta de Europa. Ahora tutela a los residentes pero hasta no hace mucho él se vio en esa situación.

"Siempre decimos que la residencia es de las cosas más duras pero a la vez más bonitas que te pasan. La especialización es el periodo más intenso y más interesante", afirma. "Ellos no son estudiantes, son profesionales. Es una persona formada que se está especializando, han hecho su carrera y son muy capaces, aunque desde el primer momento están tuteladas", aclara sobre la figura del médico residente.

Durante el primer año de formación, todo el trabajo del residente lleva la vigilancia de un facultativo, sus decisiones no son las últimas, siempre están revisadas, a pesar de que son perfectamente capaces. El periodo de especialización varía: Dos años para los enfermeros, farmacéuticos y psicólogos necesitan cuatro años, al igual que los médicos, aunque hay especialidades como UCI, Cirugía General o Interna para las que son necesarios seis años.

Sobre los 37 residentes a los que les ha tocado supervisar este año, Hernández solo tiene palabras de elogio: "Traen un espíritu muy positivo, con muchas ganas. Vienen con formación en empleo, creo que vamos a sacar una buena cosecha".

El jefe de estudios señala la importancia de lograr que estos especialistas luego se queden en una comarca donde hay un déficit importante de sanitarios y "no porque no se ofrezcan contratos sino porque somos poco atractivos", puntualiza. "Hay que hacer atractiva la comarca, no tanto el hospital sino a su entorno".

Las especialidades más reclamadas en el Campo de Gibraltar son Oftalmología, Farmacia y Análisis Clínicos. Mientras que a nivel nacional las más demandadas son las que tienen mejores salidas económicas: Derrmatología, Plástica  y Cardiología.

Con respeto a la estigmatización de la Medicina de Familia, Hernández explica que erroneámente no se considera una especialidad. "Además hay mucha burocracia, por un sueldo que no es fantástico". Recuerda que un residente gana mucho menos que un enfermero o médico en una plaza, "pierden dinero", dice aunque reitera que "hay que elegir en función de otras cosas que no son el dinero".

El largo camino de un especialista no acaba en la residencia. "Salen con un título de specislista pero sin contrato.  Hay una media de  6 a  7 años desde que acabas la especialización y tienes una  plaza fija. Lo normal es ir encadenando contratos".

Hernández insiste en que los residentes realizan guardias, "es un sacrificio". "Pido respeto y reconocimiento para estas persons que renuncian a muchas cosas sin sueldos millonarios. Es puro esfuerzo y vocación".