El Algeciras está muy cerca de la permanencia. En Matapiñoñera volvió a demostrar un ejercicio de compromiso y solidez que, sobre todo en la segunda mitad, casi le da el triunfo definitivo. Son 43 puntos, tres puertas a cero consecutivas y las sensaciones totalmente diferentes a las de hace un par de meses. Un equipo, el de Ania, que quizás con menos brillantez pero con el mismo atrevimiento, va masticando los partidos, que ha encontrado en Mario Ortiz y en el eje de la zaga (Admonio-Figueras) el engranaje perfecto, sin olvidar el trabajo coral del resto, lo de Roni -sin goles- es para mirarlo. Todo ello para dejar encarrilada una salvación que, sino está ya, es por la extrema dureza de la categoría. A la espera de los resultados del domingo, el equipo del Mirador tiene buena parte del trabajo hecho e intentará acabarlo el domingo, en el santuario con su gente, esa que de nuevo se dejó notar en tierras madrileñas, ante el Celta B.
Antonio Calle, tercer técnico de los sanseros en la temporada, sorprendió poco. Hizo lo lógico y puso a Pedro Benito como referencia con Raúl Hernández moviéndose por el frente de ataque. Poca elaboración y síntomas de angustia en un equipo que, además, tiene un complejo calendario hasta el final.
El primer acto fue de muchas precauciones por ambas partes. Los de casa saben que su margen de error es muy escaso y el Algeciras, con la camiseta de Paco de Lucía, era consciente de que el tiempo jugaba a su favor. En el minuto 13 Tomás, que está acabando de dulce, puso un balón en el interio del área que Roni no pudo contactar bien por la defensa de Juanra. Tres más tarde, no obstante, llegó la más clara del partido. Raúl hizo una de esas arrancadas que también se vieron en La Menacha y tras un rebote entre Borja Sánchez y la zaga, Pedro Benito, con Miño batido, la mandó fuera.
El tiempo iba pasando sin dominador claro aunque con más tranquilidad de los visitantes que, no obstante, vivieron un susto antes de marcharse a la caseta. Fomeyen, en un córner, remató en inmejorable posición pero su cabezazo se marchó arriba.
Sólo faltó el gol
El segundo periodo sólo tuvo una dirección. El marco de Pedro López que se aburrió de sacar en largo. Cierto es que Calle tuvo que hacer frente a las lesiones de Pedro Benito y Rafa Navarro, pero no lo es menos que el equipo de Ania adelantó líneas, manejó el centro del campo con Ortiz e Iván imperiales y sólo faltó la guinda del gol
Iván, en dos ocasiones, lo pudo encontrar en el 46 y el 53. El meta local estuvo rápido de reflejos en la primera a un disparo cercano y en la segunda a otro desde fuera del área. El balón era de los de azul y Borja, siempre con el apoyo de los dos citados anteriormente, movía a su equipo de un lado a otro. David Martín, otra vez bien, lo intentó en el 56 pero su remate se marchó arriba. Y Roni, tras una enorme e inacabable jugada de posesión, ganó la espalda a los centrales y ante la salida de López, estaba muy escorado, logró superarlo pero la pelota no entró y David Martín no llegó para empujarla.
Hasta el final, balones largos de los locales, más control de los de Ania y los defensas ganando casi todas las disputas. Sólo un disparo de Javi Gómez, desviado por Admonio, fue lo que aportó el equipo rival en ataque.
Un punto más, una jornada menos, cierto es que el Algeciras se va con la sensación de que pudo ganar, pero la solidez y el esfuerzo coral están siendo señas de identidad de un grupo que, desde que se acercó al precipicio, ha dado un paso al frente y tiene el fruto al alcance de la mano.
Ficha técnica:
Sanse: Pedro López, Rafa Navarro (Aparicio, 66'), Juanra (Euse, 46'), Fomeyem, Villapalos, Borja Martínez (Javi Gómez, 66'), Mecerreyes, Raúl Hernández, Borja Sánchez (Jime, 60'), Pedro Benito (Ródenas, 49') y Sergio Nieto.
Algeciras: Miño, Albarrán, Admonio, Figueras, Tomás, Mario Ortiz, Borja (Pepe Mena, 83'), Iván, Roni (Juan Serrano, 83'), David Martín (Elejalde, 78') y Siddiki (Benítez, 89').
Árbitro: Gorka Etayo Herrera (Bilbao). Amonestó a Rafa Navarro (17') y a Figueras (73').
Incidencias. Partido de la 35ª jornada del grupo I de la Primera Federación, disputado en el estadio Matapiñonera de San Sebastián de los Reyes (Madrid), donde hubo presencia de aficionados algeciristas. En ambos tiempos se paró el juego para la hidratación de los jugadores, debido al calor.