El dragón de Lola Índigo desata cadenas en Las Palomas

Sandra Domínguez Mesa
Periodista
21 de Agosto de 2023
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Solo una bruja como ella podía hacer esa magia. Lola Índigo, la bruja, la niña, la dragona, Mimi, reventó anoche la Plaza de Toros Las Palomas de Algeciras en el último de los conciertos del Cabaret Festival. La artista granadina ofreció un espectáculo mayúsculo, tanto a nivel técnico como humano, que nada tiene que envidiar a grandes estrellas de la música. Su dragón hizo rugir durante hora y media los cuerpos, y también las mentes, de las miles de personas allí presentes que se llevaron una gran experiencia para el recuerdo y muchos mensajes esenciales del multiverso de esta artista.

El coso algecireño registró aforo completo, tanto en el ruedo como en las gradas, con un ambiente entrañable, muy familiar, entre amigos, y con muchos, muchos, pequeños que asistían por primera vez a un concierto. La ilusión de estos, su inocencia, con grupos de niñas con las mismas camisetas customizadas para la ocasión, sus coloridas trenzas, sus brillitos en la cara y con alguna que otra ensayando los bailes antes de que sonara la música, la ilusión de las primeras veces, era algo casi contagioso desde la entrada al recinto. "¿Para quién de aquí es su primer concierto?", preguntó la artista al público tras los primeros temas de presentación. Levantaron la mano unos cientos y cientos que no pararon de gritar y vocear durante todo el espectáculo. "¿Y quién de aquí ha visto ya uno de nuestros shows, quién repite?". Levataron la mano otros tantos. Normal que se repita, Mimi, normal. "Pues los que ya han venido que se pongan al lado de los que no y le digan: vas a flipar". Y tanto. Así fue.

Flipando desde el mismo comienzo del espectáculo. Cuando Lola Índigo salió, nació cual liberación, de un huevo de dragón mientras sonaba su tema 'Animal', enganchando con 'Para olvidarme de ti' y 'Discoteka'. Todo esto acompañado, durante todo el show, por un brillante juego de luces, acompasado por cañones de humo y fuego. La dragona echó anoche fuego y, como cantó en uno de estos primeros temas, convirtió Las Palomas en todo una discoteca al aire libre. 

Entre tema y tema no hubo pausa, los beats de una y otra canción se mezclaban entre ellos, y si no eran con las composiciones de Lola Índigo, era tirando de grandes clásicos de la música urbana en foma de medley; un popurrí de canciones o parte de ellas mezcladas, de modo armónico, en una sola interpretación larga, como cuando sonó Lorna, Don Omar y Daddy Yankee. Aquí no paró la música, en vivo, pero tampoco el baile. Este es, sin duda alguna, la gran baza del espectáculo de Mimi y su equipo, su grupo de bailarinas, y esta vez, en este tour, también de bailarines. El baile no cesó en ningún momento. Mucha fuerza, sincronización perfecta, en grupo o por piezas individuales, en una esquina y otra del escenario. Ni un minuto, ni un segundo. Ni siquiera cuando Mimi se retiraba a cambiar de vestuario, o a respirar por unos minutos. Su grupo de bailarines seguía bailando, brincando. Una de ellas salió un momento con una botella de agua en la mano, y bebía mientras bailaba, porque aquí no se para de bailar ni para beber agua. Ellos, precisamente, los bailarines y bailarinas, son los protagonistas principales de este show, contando incluso dentro del propio escenario con una segunda altura sobreelevada por encima de los músicos. La reivindicación de la figura de los bailarines, también de manera tangible.

El show no bajó el ritmo, intenso, casi extenuante, ni por parte de los artistas, ni por parte del público entregado que coreó y bailó cada uno de los temas de Lola Índigo y a través de los que la de Granada hizo un repaso por sus grandes éxitos y colaboraciones recogidos en sus tres trabajos de estudio, 'Akelarrae, 'La niña', y el último, 'El dragón'. Sonó 'Mujer bruja', 'Santería', 'La niña de la escuela', 'Culo', 'Cuatro besos', 'Lola Bunny', 'La Santa', 'Corazones rotos', 'Las solteras', 'Dragón', 'La tirita', 'El tonto'...

"¿Cuál queda? ¿Qué canción os falta? Que esto ya se acaba", interpeló al público. No había duda, faltaba LA CANCIÓN. "La de pum, pum, pum, pum...¿esa cuál es?", bromeó la artista que se hizo de rogar a pesar de que todos sabíamos ya con qué tema iba a cerrar este brillante show. No podía ser otro: 'Yo ya no quiero ná'. El tema que le empujó a la fama, al lugar donde quería y se merece estar, por su constancia y trabajo, después de currárselo mucho en países como China y Estados Unidos, después de formarse en la danza y buscar suerte en distintos talent show de televión como Fama y Operación Triunfo. Ella misma podría versionar a Pablo Picasso en un próximo tema autobiográfico que se titule 'Que la suerte te pille trabajando'. "Muchas veces no sé quién soy, si soy una bruja, una niña, ahora una dragona". Da igual cómo ambientes y decores tu trabajo. Eres una artista. La artista que soñaste un día.

Y con este mensaje despidió Lola Índigo su espectáculo en Algeciras. "Hoy me he emocionado mucho con la victoria de la Selección en el Mundial de fútbol femenino. Es muy difícil ser una mujer en muchos ámbitos, qué os voy a contar, como por ejemplo el fútbol. Que todas las niñas tengan presenten que pueden ser lo que quieran ser, siempre". Clamó la cantante mientras puso a todas Las Palomas de nuevo en pie para corear juntos: "Campeonas, campeonas, oeoeoeee" mientras un miembro de su equipo grababa la escena. "Esto se lo mandamos a las chicas de la Selección". Lola Índigo y su dragón, liberando cadenas.