El Rinconcillo. La casa de verano de los Lucía, en la ahora llamada Plaza de la Virgen del Mar, era punto de encuentro de arte y artistas. Desde Paco, Pepe y toda la familia Gómez, a Alejandro Sanz y su padre, Malú y hasta Manuel Molina. Por allí andaba también José Carlos Gómez, entonces un joven algecireño que se empapaba de aquel ambiente. Con el paso de los años se convirtió en un discípulo directo del Maestro de Algeciras, al que rinde culto como la deidad del flamenco que es, y al que ha dedicado un disco que ha llamado, no es casual, Las huellas de Dios. Gómez estrenó este trabajo este viernes en concierto en La Línea de la Concepción, toda una oración a guitarra, que fue bien acogida y disfrutada por público y artistas.
El disco, conceptual, es un excelente trabajo, hecho con alma y un enorme talento de producción. En él, el artista algecireño pone música a la vida y obra de Paco de Lucía, con una voz propia pero con inspiración en las creaciones de su maestro y adaptando cada tema al momento y la etapa de la vida del guistarrista de La Bajadilla. Pero el directo es otra cosa y a eso se enfrentaba Gómez ayer en el Palacio de Congresos de La Línea.
Rompió el nunca fácil frío del teatro con su voz con el tema Calle San Francisco, el primero del disco, con aroma a villancico en la letra que relata el nacimiento del niño que luego fue genio. Continuó en orden del trabajo discográfico con la colombiana El Greco, con la que mostró esa capacidad melódica tan de la escuela de Algeciras que tanto defiende el artista ayer protagonista.
Pero nada como una bulería para destensar, para ganar terreno a los nervios, para derribar cualquier frontera entre escenario y público, si es que la hubiese. Calle Ilustración sirvió también para presentar al cuadro, de calidad: Marote de La Línea, Alejandro Fernández, Manuel Peralta, Dani Bonilla, Abel Arana.
José Carlos Gómez se hizo acompañar de la voz de Rafael de Utrera y el flautista onubense Francisco Roca para interpretar El Mesías, que dedicó a la Chispa, mujer de Camarón y presente en el auditorio. Una canción que habla del encuentro del genio de la Isla y el de Algeciras. Un pasaje clave en la historia musical de nuestro país convertida en una bella composición y letra que sonó con dulzura y desgarro, a flamenco, en la voz de Rafael y se conjugó con el toque y el resto del grupo. Uno de los momentos de la noche.
Salió a escena el guitarrista barbateño Tito Alcedo para representar con José Carlos Gómez la relación de Paco de Lucía y el jazz en el tema El nuevo mundo. A estas alturas del concierto rompió la línea temporal del disco para tocar una pieza dedicada al Sexteto que no se encuentra en Las huellas de Dios. "Los años de postpandemia no fueron fáciles para componer, este tema no lo terminé nunca pero tenía ganas de traerlo aquí", relató el guitarrista, que fue introduciendo brevemente cada una de las piezas. Era una alegría que animó al Palacio con la voz de Manuel Peralta y, especialmente, con el baile recreativo de Abel Arana.
Del jolgorio al intimismo. José Carlos Gómez se quedó solo en el escenario para interpretar uno de los temas más sentidos del disco, Antonio y Luzía, sobre la muerte de los padres de Paco. Una composición preciosa, melódica, con fuerza pero sin excesiva gravedad, pero honda, y que fue expuesta con excelencia por el guitarrista de Algeciras. Como vida que busca recorrer, el disco y el concierto se adentra en los últimos compases en pasajes más intimistas y alcanza su cénit en Xpu-Há, nombre del lugar del mundo en el que el genio de Algeciras falleció hace ahora diez años. Con la armónica de Roca, Gómez interpretó una pieza delicada, llena de matices. Preciosa.
En la recta final del concierto la algecireña Sarayma subió al escenario para cantar Algo especial en ti, un tema del guitarrista con 14 millones de reprodicciones en Spotify. Uno de los muchos éxitos que ha firmado el compositor para artistas de renombre.
Cerró el disco con Eterno, una alabanza a la existencia de Paco de Lucía, un tema luminoso con melodías reconocidas del genio. Suena al Mestro en las manos del alumno. Un alumno ya consagrado que difunde el estilo y los acordes de Paco por todo el mundo, y que pudo estrenar por fin su obra más personal en un buen concierto que merece la pena que se repita y se disfrute.
Las huellas de Dios quedó presentada, no en la Algeciras natal, la suya y la de Paco, donde a José Carlos Gómez se le cierran los escenarios que se le abren en todo el mundo. Por ejemplo, no tiene justificación desde el punto de vista artístico que no esté en el X Encuentro Internacional de Guitarra Paco de Lucía un espectáculo sobre un disco como este. Pero sí pudo estrenarlo en su comarca, en la flamenca ciudad de La Línea, que le arropó con cariño y un largo aplauso, a los que respondió con dos temas más de su disco Origen y un broche festivo.