El Algeciras Club de Fútbol atraviesa la situación más delicada de las últimas temporadas, algo que se evidenció en el encuentro disputado hoy en el Nuevo Mirador. La plantilla suma dos meses sin cobrar y la afición, cariñosa con sus jugadores, pidió a gritos durante el partido la marcha de los actuales propietarios, incapaces de mantener la normalidad económica del club, con numerosos problemas extradeportivos. Uno de tantos: el último fichaje, Pablo Larrea, no se puede inscribir porque la entidad retirados los derechos federativos hasta que no liquide las deudas de las denuncias presentadas por jugadores de otras campañas ante la comisión mixta de la Asociación de Futbolistas Españoles y que asciende a unos 25.000 euros. Con este panorama lamentable, los jugadores afrontaron un encuentro en el que merecieron más que el empate a cero conseguido ante un Recreativo de Huelva.
Fue una noche extraña para el Algeciras. Un partido grande, un clásico del fútbol andaluz con mucho en juego y con aficiones de superior categoría, pero todo eso se vio empañado por el ambiente de incertidumbre y preocupación que se siente en La Menacha. Rumores de posible venta que no se hacen efectiva, impagos a una plantilla que da un ultimátum al consejo de administración de la entidad, y una mala racha de resultados. De alguna manera, aunque no de la mejor, se cortó esa sangría de tres derrotas.
No fue buen partido entre dos equipos necesitados, aunque el Algeciras CF tuvo más y mejores ocasiones y en la segunda parte estuvo muy cerca en varias ocasiones de romper el 0-0. Sin embargo, el equipo de Fran Justo arrancó con dudas, no terminó de controlar el encuentro, estuvo impreciso y falto de claridad en los metros finales, aunque tampoco el Recre se sentía superior.
El arbitraje tampoco ayudó a los albirrojos. Perdonó una expulsión al defensa recreativista Rubén Gálvez que, con una amarilla, en el minuto 25 cortó una clara contra albirrojo en falta. Antes, dos jugadores del Algeciras habían visto amarillas por mucho menos. Por no hablar de los constantes errores de apreciación en faltas.
La primera parte acabó con más presencia local pero inéditos de cara a portería. Tampoco el conjunto de Huelva brilló en ataque y solo realizó un disparo lejano que atajó bien Lucho.
Durante el descanso y después de éste, pitos para el palco, volvieron los gritos de "Mac Lackey vete ya" y "directiva dimisión". Ningún reproche a los futbolistas. En lo futbolístico, la segunda parte estuvo más animada, con más ocasiones.
Una clarísima la tuvo en el 66'. Tras un robo en la presión, Diego Esteban conectó con Manín que se encontró mano a mano con el meta evitó el tanto con una mano rápida. Fue muy clara.
Fueron buenos minutos para el Algeciras. Apretó la grada, apretaron los albirrojos y el Recre sufrió. Pero no hubo acierto en los metros finales y las fuerzas flaquearon en los dos bandos. En la última jugada, en un córner, el equipo del Mirador vio cómo el balón se paseó delante de la línea sin encontrar rematador. Ahí murió el partido. En lo deportivo tampoco llegan alegrías. Al menos, el punto sirve para romper la mala dinámica y permanecer, una semana más fuera del descenso.
Tras el encuentro, los capitanes Iván Turrillo y Tomás Sánchez acudieron a la rueda de prensa para dar explicaciones sobre la situación que atraviesa la plantilla, cuerpo técnico incluido. Aseguraron que, a pesar de los dos meses sin cobrar, el equipo está comprometido y van a seguir entrenando y jugando con profesionalidad. Mientras, esperan que esta semana la propiedad puedan ponerse al día con las nóminas y que las aguas vuelvan a su cauce en el Nuevo Mirador.