Bendita locura. Un futbolista de Algeciras con un don para marcar una época en este club que es el Algeciras Club de Fútbol. Su nombre, Álvaro Leiva y ha sido el héroe del partido con un golazo que ha hecho temblar al estadio Nuevo Mirador como hacía mucho que no temblaba y que ha dado la victoria a su equipo contra el Intercity en el 87’ y lo ha aupado a la sexta plaza, a solo un punto de la liguilla de ascenso a Segunda.
¿Por qué no juega más Leiva? Se preguntaban muchos con la poca voz que les quedaban después de dejarse las gargantas al cantar semejante golazo. Es un futbolista de Algeciras, de esos que salen de vez en cuando, de los que tienen un talento diferente, de los que tanto gustan aquí, de los que tienen un carácter especial de esos que no entienden los que no han visto a otros futbolistas de la tierra que tenían un talento diferente y un carácter especial y hacían lo que querían cuando querían. Seguro que los algeciristas cabales pueden poner nombres a este perfil. El mejor fichaje puede ser un Alvarito Leiva sumado a la causa.
Su salida al campo revolucionó el partido. Un encuentro atascado, árido, con un Intercity que ni mucho menos mostraba su condición de colista. Bien encerrado, rocoso en las marcas, y con peligro, incluso tuvo las ocasiones más claras del encuentro, aunque no las aprovechó.
Leiva salió en el 81’ y se fue la dos veces que lo intentó. El niño de San García estuvo a punto de marcar antes en jugada personal. A la tercera, arrancó en estático desde el costado de preferencia, le sacó metro y pico a su par, vio al portero adelantado y golpeó con calidad y con el alma, diciendo aquí estoy yo, y la pelota entró imparable en el segundo palo. El templo tembló de alegría y el joven futbolista quedó sepultado en una montaña de compañeros.
Antes de Leiva, el Algeciras estaba cayendo en la trampa del partido. Pasaron los minutos con dominio pero sin profundidad, con el portero inédito en toda la primera parte. Movió bien la pelota el equipo de Fran Justo, pero no saltó la chispa de la ocasión de gol. Ni tiros lejanos hubo.
El Intercity se puso en manos de su defensa y, en ataque, de las muchas ganas del algecireño Antoñito y del exalgecirista Zequi, que esta vez se quedó con las ganas de mandar a callar a la grada del Mirador como hizo siendo futbolista albirrojo, gesto que lo sentenció. Emilio Nsue, en punta, presentó también batalla pero la defensa algecirista lo ató en corto.
Los aficionados locales echaban en falta más intentos aunque fuese de larga distancia y también una marcha más. Hubo que esperar a la segunda parte, porque la primera fue inédita en casi todo.
El Algeciras sí acerló en la segunda. Javi Gómez, muy espeso con el balón, lanzó un primer disparo que indicaba un cambio de tendencia. Luego fue el Intercity el que estiró algo sus líneas y Emilio Nsue remató al poste una jugada que se inició en un córner. Minuto 55, y casi se heló el Nuevo Mirador.
Escudero, de nuevo en el banquillo de inicio, respondió con un remate cruzado que se fue por poco. Rondaba el minuto 61 y el Algeciras parecía más dispuesto a buscar los tres puntos. Luego volvió a tenerla el cuadro visitante, que ejecutó mal una contra entre Nsue y Antoñito.
El equipo de Fran Justo embotelló a su rival. La grada empujó. Seguía faltando la chispa. La chispa fue Álvaro Leiva, primero con una arrancada nada más entrar que casi acaba en gol. Luego, la jugada, jugadón del partido y el Nuevo Mirador enloqueció. Sufrió los intentos de empate del Intercity y el pitido final, incluso cuando todo apuntaba a que iba a ser el 2-0 con el portero en el área algecirista, sonó a gloria.
El Algeciras Club de Fútbol se asienta con 28 puntos como sexto empatado con el Hércules, a uno del playoff y cuatro sobre el descenso después de números que son una barbaridad: 8 jornadas sin perder y 17 marcando. Es para apuntarse a la segunda vuelta.