Más allá de la valoración que pueda hacer cada uno del punto conseguido este domingo, si bueno o malo, o incluso agridulce, lo que está claro es que el Algeciras Club de Fútbol está todavía lejos de ser un equipo fiable, incluso entre los muros de su estadio. En una temporada es clave dejar escapar los menos puntos posibles de casa y la escuadra que entrena Fran Justo sólo ha sumado dos de nueve posibles como local. El algecirista todavía no ha disfrutado de una victoria en su templo y eso no es para celebrar. Los albirrojos, que no pasaron del empate a uno frente al Villarreal B, siguen en descenso, con seis puntos de 18 ya disputados, y con la sensación de que todavía tienen mucho que mejorar para ser un conjunto con el que ilusionarse.
Era una tarde de celebración, pero no pudo ser completa. El capitán, Iván Turrillo, cumplía 500 partidos con la camiseta del equipo de sus amores. Fran Justo decidió que no iba a disfrutar de esa histórica cifra como titular, en un gesto de no entender ciertas cosas del club que tiene entre manos. Vale que prima los intereses deportivos frente a los sentimentales, pero el emblema de este equipo está de sobra capacitado para jugar de inicio, sobre todo cuando el centro del campo no fue precisamente lo mejor frente al Villarreal B, y cuando es un grupo al que precisamente no le sobra carácter y garra.
Al Algeciras de Justo le sigue costando entrar en los partidos. El Villarreal B tuvo el control del balón y dominó los espacios. También fueron suyas las escasas jugadas de ataque de buena parte de la primera mitad, aunque sin llegar a herir, claro que Lucho tuvo que meter varias manos salvadoras. El conjunto albirrojo perdía la batalla del centro del campo y se veía la meta contraria desde muy lejos. La grada, viendo el sometimiento de los suyos, comenzó a silbar a modo de toque de atención.
Cambió el devenir del partido poco antes de la media hora. En la primera jugada trenzada del Algeciras, en el primer conato de ataque, prendió el gol. Varios toques en tres cuartos de campo, apertura a Tomás que puso un pase al centro del área donde Diego Esteban remató de primeras a gol. Minuto 27 y 1-0.
Jugaron entonces más cómodos los albirrojos, menos metido atrás y las llegadas locales fueron más continuadas tras los minutos de protagonismo del filial amarillo, más apagado tras el gol. Así, con ventaja inesperada, llegó el descanso.
Al regreso a la partida, el Algeciras tuvo más presencia con balón y no sentía peligro, una especie de continuación del partido después del valioso gol de Diego Esteban. Sin embargo, como pasó en la primera parte, cuando menos parecía sufrir uno, golpeaba el otro. La defensa le dejó metros a Joseda, que tuvo tiempo para armar el disparo desde la lejanía y sorprendió a Lucho que no evitó el tanto del empate en el 54' 1-1.
El Algeciras no aprovechó la ventaja y el Villarreal B tomó de nuevo el control. Lucho García salvó de nuevo a los suyos gracias a los reflejos que no tuvo en la acción del empate en un remate de Espigares dentro del área. Poco después, en el 66', llegó una clara de los algecireños. Rodrigo Escudero, que estuvo peleón, no conectó bien un buen pase de Tomás y el balón se fue fuera por poco.
Los cambios dieron frescura de ideas a los de Justo. Entró Iván (por fin) por el autor del gol Diego Esteban, y Marino y Javi Gómez, por Javi Alonso (que no logró controlar el centro) y Javi Avilés (de los más acertados e insistentes en ataque). Más tarde entró Álvaro Leiva, que hizo dos arrancadas que fueron de las mejores jugadas individuales en ataque casi de todo el partido. Mejoró el Algeciras, que jugó casi los mejores minutos del encuentro, pero ninguno de esos ni de los otros desequilibraron el choque.
Tuvo ocasión Javi Gómez, que se encontró con el portero rival, y Tomás en un disparo desviado dentro del área. También el Villarreal tuvo su oportunidad pero volvió a evitarlo Lucho. Le faltó acierto al Algeciras, que se tuvo que conformar con un empate que no dejó demasiado satisfecha a una afición que espera más de su equipo.