Sacó las garras, el Nuevo Mirador y el Algeciras Club de Fútbol, para salvar un punto frente al Real Murcia. Un empate más que merecido, incluso corto, según lo visto en el encuentro de la jornada 13, donde los de Fran Justo fueron superiores en gran parte del choque, especialmente en la segunda parte. El conjunto murciano se adelantó en el minuto 35' en una buena jugada y empató en el 89' Lautaro de cabeza. Los locales se encendieron con la mecha del gol y la gasolina de su público y pudo ganar pero la suerte, otra vez, esquivó al equipo de La Menacha, que se fue merecidamente aplaudido.
El entrenador del Algeciras tuvo que cambiar el once por sanción de Merchán y optó por situar a Gaixas en el lateral, algo que no funcionó. Ni él estuvo cómodo ni tuvo ayuda alguna de Javi Gómez cuya pasividad en defensa y poco acierto en ataque desesperó a la grada. Fue por la derecha por donde llegaron las mejores opciones del rival.
El Algeciras sigue mostrando algo que no evidenciaba en el primer tramo de la temporada: un patrón de juego que pivota en Marino e iniciativa con la pelota. Controló elfrente al equipo visitante en los primeros minutos, pero pronto el Murcia avisó de su mordiente en ataque. Tarde difícil para los albirrojos, que tuvieron una primera ocasión clara en los pies de Escudero, que no se decidió a tirar.
Tras esos minutos de dominio, el Murcia dio un paso adelante e inquietó con el exmadrista Pedro León y de Pedro Benito. Fueron de los pocos minutos que el conjunto murciano superaba de verdad y agobiaba a los locales. En el 34', Real, tras una buena jugada por la derecha, remató a gol para adelantar a los pimentoneros.
Intentó el equipo de casa levantarse tras el golpe, que dejó algo frío a la grada y a los de Justo. Y con frío y derrota momentánea llegó el descanso.
Este Algeciras sigue dejando muestra de cosas positivas, que ahora mejora a los aspectos negativos que sigue teniendo. Una de las bondades es que el equipo de Justo se revuelve a las adversidades, y en la segunda mitad fue mucho mejor que su rival, que llegaba segundo y al que maniató con la pelota. Bien es cierto que el cuadro murciano dio varios pasos atrás, pero no supo salir ni quitarle la pelota a los albirrojos.
Faltó en los del Mirador algún pase de ruptura, una chispa que prendiera la llama del gol. Eso faltó pero movió bien la pelota y buscó en todo el momento ese tanto para igualar la contienda. Salieron Tomás, ya recuperado, y Leiva entre aplausos y algo sacudió. Son dos jugadores de la casa y eso es un plus. Alvarito Leiva necesita más minutos y el equipo de su alma lo necesita a él. En un ratito, y aunque algo ansioso, tal vez por querer aprovechar la oportunidad, rompió más que Gómez en todo el encuentro. Casi se coronó con una jugada marca de la casa, llegando hasta el fondo y al que le faltó algo de decisión al final.
Escudero, en una indecisión de la defensa del Murcia, casi marcó de chilena. Era el minuto 65'. Merecía mucho más el Algeciras.
Con la grada del Nuevo Mirador echando fuego, el empate se puso a punto. Y llegó. Lautaro remató un córner lanzado por Tomás y marcó un tanto celebradísimo y muy merecido.
Pero Algeciras quería más. Quiso más, y lo buscó. Hubo un segundo gol pero la jugada estaba anulada por fuera de juego. No está teniendo el equipo de Justo la fortuna y los vientos arbitrales a favor que sí están teniendo sus contrincantes. Pero seguro que así, con esa garra y ese juego, y con la comunión con la grada, seguro que llegan más y mejores alegrías.