El Algeciras Club de Fútbol precisa de medidas, tiene que cortar la hemorragia de puntos, especialmente como local, y hacerlo con mano firme antes de que sea demasiado tarde. Porque el conjunto albirrojo no arranca y van ocho jornadas con siete puntos y con el Nuevo Mirador convertido en un vergonzoso campo abonado para los rivales. Esta jornada fue el Hércules de Alicante quien se llevó el partido con un gol en el 91' y después de ir por detrás en el marcador hasta en dos ocasiones.
La derrota puede tener muchas caras pero el máximo responsable de la plantilla no supo jugar sus cartas con ventaja, dos veces, ni con empate a dos y el estadio empujando. A un entrenador que no da en la tecla se suma un nuevo problema, problemón: la portería. Iker Venteo no tiene el nivel, ni de lejos, de Lucho, que no se sabe para cuánto tiempo estará de baja, Frente al conjunto alicantino fueron tres goles en tres disparos y una sensación de inseguridad añadida a una defensa que tampoco es un muro.
Y eso que esta vez se vio la mejor cara del Algeciras de Justo en una muy buena primera parte. Los primeros 45 minutos fueron entretenidos para el aficionado, con goles y buen juego de ataque de ambos conjuntos. Lo de las defensas fue otra cosa. El Algeciras CF, para alegría de su gente, fue dominador claro por primera vez esta temporada, llevó la iniciativa, encontró espacios con fútbol combinativo y conectó sus líneas. Todo eso se tambaleó en la segunda parte y terminó por derrumbarse con los cambios de un entrenador que no encuentra el enchufe de su equipo. 7 puntos de 24 disputados lo demuestran.
Ante el Hércules, además, se puso de cara la partida muy pronto. Diego Esteban, a los cinco minutos, se encontró en posición de disparo tras un pase de Escudero y acertó por bajo para hacer el 1-0 a los cinco minutos.
El conjunto de Fran Justo perdió su papel protagonista, poco tiempo, pero el suficiente para que, en el 12’, encajara el empate. Iker Venteo, titular por la lesión de Lucho, mandó a córner un disparo con una gran intervención, pero tras el saque de este no estuvo acertado en el testarazo bombeado de Montoro. El remate era muy parable. 1-1.
El espíritu arrojado del Algeciras le llevó a insistir en ataque, sobre todo en una banda izquierda donde encontraron los locales una veta para conseguir oro. Por ahí llegó una jugada que acabó en penalti sobre Tomás, que hizo un muy buen partido. Javi Avilés lo mandó por encima del larguero. Minuto 16.
Mereció más el Algeciras, que insistió por el costado de tribuna. Poco juego de ataque del Hércules, que no parecía el tercero de la tabla. Llegó la recompensa con una gran jugada de inteligencia y arrojo de Eric Montes que Escudero remató casi en línea de gol. Minuto 42, 2-1.
Pero el de Justo es un equipo vulnerable, blando, sin maldad, y así le va en los últimos minutos. En la última jugada previa al descanso encajó un tanto, un golazo de Álvaro, el 7 visitante, al que no le salió nadie a taponarlo y de larga distancia coló el balón por la escuadra de Venteo. 2-2. La mejor primera parte de la temporada solo daba para empatar.
En la segunda empeoró todo. El Algeciras perdió el control del partido, el Hércules empezó a pisar con balón y criterio campo contrario y los locales no tuvieron continuidad en el juego.
Pasos atrás y pocas llegadas. Justo tardó en cambiar, Leiva era un candidato a aprovechar la debilidad rival en su costado, pero el jugador más desequilibrante de la plantilla en el uno contra uno no está entre las prioridades del técnico. Tampoco Iván Turrillo, que ni jugó. Cuando entró Leiva, junto con Javi Alonso y Roldán, los locales ya habían perdido el sitio, no sabía cómo iniciar el juego, y era el Hércules quien se mostraba más entero. “Yo firmo el empate”, se decían varios cabales de preferencia.
Y llevaban razón. Porque el Algeciras tenía mal aspecto y veía a kilómetros la meta contraria. Y porque el atacante Artiles, desde fuera del área, lanzó un zapatazo, en el 91’, al que para sorpresa de nadie no llegó el meta albirrojo y supuso el 2-3.
Un gol doloroso y una derrota preocupante, muy preocupante, para una afición que ve a su equipo anclado en descenso. ¿Hasta cuándo vale el “es pronto”? ¿Hasta qué jornada? El Algeciras necesita un golpe en la mesa ya en el terreno de juego pero si no llega tendrá que darla la propiedad. Antes de que sea más tarde.