Ecologistas, expertos ambientales y espeleólogos alertan de que Gibraltar tiene intención de transportar piedras de una cantera de Casares (Málaga) para seguir ganando terreno al mar. "Gibraltar está invadiendo el Mediterráneo a costa de medios naturales de la Península", asegura Jorge Romo, espeleólogo linense y coordinador del proyecto de investigación de la Sierra de la Utrera (Karst de la Utrera).
Expertos vinculados a la Sociedad Española de Espeleología y Ciencias del Karst advierten sobre las consecuencias medioambientales de la extracción "masiva" de materiales de la cantera de Casares, en la provincia de Málaga, para los nuevos proyectos urbanísticos en Gibraltar. Señalan que, aunque esta cantera es legal y cuenta con todas las autorizaciones pertinentes, se debería limitar su explotación y expansión, ya que evidencian graves consecuencias tanto en la sierra como en los rellenos sobre el mar.
"Calculamos que el nuevo proyecto de Gibraltar, para la construcción de una nueva escollera en el Eastside del Peñón, con la que pretende ganarle terrano al mar, con materiales extraídos de la Sierra de la Utrera (Casares), está valorado en unos 100 millones de libras en piedra de la cantera de Casares, lo que podría significar unos 750.000 metros cúbicos de piedra. Esto una barbaridad, están invadiendo el Mediterráneo a costa de medios naturales de la Península, contando además con que el medio marino sobre el que se están extendiendo es una zona declarada de interés comunitario por Europa", destaca Jorge Romo, espeleólogo linense y coordinador del proyecto de investigación de la Sierra de la Utrera (Karst de la Utrera).
Zona de Gibraltar donde Verdemar ha denunciado recientemente que se están realizando nuevos rellenos
Desde la Plataforma para la Protección de la Sierra de la Utrera, de la que forma parte la Sociedad de Investigaciones Espeleológicas Caxara y otras entidades y asociaciones, reclaman al Gobierno central que intervenga en este asunto. "En 2013, cuando comenzaron los primeros rellenos de Gibraltar con materiales sacados de esta cantera, el Gobierno negó la entrada de piedras a Gibraltar, intentó paralizar el tema, pero vamos, Gibraltar lo solucionó trayendo piedra de Marruecos". Y es que según denuncia este grupo de espeleólogos, esta problemática viene de largo. "Hace más de diez años que comenzaron los primeros rellenos con materiales de esta cantera. También se utilizó arena de Valdevaqueros para regenerar una playa de Gibraltar", añade Jorge Romo.
Para este espeleólogo linense e investigador, esta extracción, aunque legal, pero sin frenos, pone en peligro los endemismos propios de la Sierra de la Utrera, donde se encuentra la cantera de Casares, amenazando la fauna y flora autóctona. Denuncian, además, que la cantera está ganando mucha profundidad. "Como ya no puede ganar más terreno a lo largo, la cantera se está expandiendo hacia abajo. El agujero que hay allí es impresionante y va a más". Algo que, aseguran, está modificando los cursos de los acuíferos subterráneos activos y las corrientes de aire en el medio subterráneo de la propia sierra. "Unas cuarenta cuevas han desaparecido, ya no existen", apunta Romo.
Décadas en defensa de esta sierra frente a una cantera de piedras que ahora se destinan al Peñón
Colectivos como Verdemar Ecologistas en Acción advierten que las extracciones de esta cantera situada en la Sierra de la Utrera, en la provincia de Málaga, independientemente de su destino, llevan décadas amenazando uno de los lugares más singulares de esta zona, el Karst de la Utrera. Ecologistas en Acción y otros grupos y particulares reclaman su conservación como paraje natural.
La Sierra de la Utrera, en el término municipal de Casares, es el Karst más meridional de toda Europa, con 500 hectáreas de superficie de alto valor biológico, geológico, histórico y geofísico. Alberga fósiles singulares y vestigios de población humana desde el Paleolítico. Allí se encuentran colonias de especies protegidas, como alimoches, águilas perdiceras o nutrias, y formaciones vegetales poco comunes. Más de un centenar de cavidades para la espeleología han sido inventariadas en esta zona.
La Sierra de la Utrera cuenta con importantes yacimientos arqueológicos que evidencian la presencia en la zona de comunidades durante el Paleolítico inferior, hace más de 200.000 años. Tiene catalogadas 92 cuevas, 23 de las cuales presentan ocupación antrópica, con vestigios de su ocupación durante el Mesolítico y el Neolítico, además de representaciones de arte rupestre, razón por la que el Sistema Subterráneo de las Hediondas fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2014. En la zona del torcal se localiza el yacimiento arqueológico de Villavieja, con ocupación desde el II milenio a. C., cuyas poblaciones mantuvieron contacto con los primeros navegantes fenicios que llegaron a asentarse en esta zona del Mediterráneo.
Nuevos proyectos urbanísticos de Gibraltar vistos desde la playa de Levante de La Línea.Foto: O.D.
La pervivencia de este lugar se ve amenazada por una cantera de roca caliza. La compañía General de Cantera es la responsable de la explotación de este yacimiento. La extracción de piedra, que lleva décadas, se volvió más agresiva en 2006, al realizarse la explotación en superficie, frente a una explotación en profundidad menos agresiva. La necesidad de material menos noble que se usa de relleno llevó a este cambio.
La presión de grupos ecologistas, espeleólogos, escaladores, senderistas, reunidos en la Plataforma de Conservación de la Sierra de la Utrera, ha logrado avances en la protección de este lugar. La compañía no pudo renovar la concesión de una de las partes en las que se divide la cantera, aunque sí la otra. La sierra fue incluida en el Plan de Ordenación del Territorio (POT) de la Costa del Sol y declarada "zona de interés territorial"; una figura de protección bastante limitada.
Recientemente la zona, exceptuando la cantera, ha sido propuesta como "Bien de Interés Cultural (BIC) Zona Patrimonial", medida sobre la que deberá decidir la Junta de Andalucía. Ecologistas en Acción considera que "la defensa de un lugar tan singular no debe quedar ahí, sino avanzar hacia una protección más eficiente como la de paraje natural. Deben tomarse medidas para salvaguardar el Karst, más aún cuando sus piedras se están utilizando para ganar terreno al mar".
Para los ecologistas, la protección del medioambiente debe ser firme y colocarse por encima de conflictos políticos puntuales. El impacto de la extracción de piedra de la Sierra de la Utrera es un problema que la organización denuncia de manera constante desde hace ya tiempo.