Lo que se vivió en la noche del sábado en la plaza de toros del Arenal en La Línea será difícil de olvidar. David Bisbal protagonizó un espectáculo con mayúsculas y dejó el listón muy alto en uno de los conciertos más esperados del verano.
El almeriense revolucionó a los asistentes con casi dos horas de música en directo en el marco del ciclo de conciertos La Línea Música. Su característico nervio y su eléctrica personalidad contagiaron a un público que acabó de pie y absolutamente entregado al almeriense.
Bisbal celebra 20 años encima de los escenarios con 'Me siento vivo tour 2023'. Y vaya si se siente vivo, más vivo que nunca se mostró en una plaza de toros abarrotada. De hecho había colgado desde hace días el cartel de no hay billetes.
Bisbal interpretó sus grandes éxitos de siempre y como excepción estrenó un tema de su próximo disco, una canción aún inédita que los que acudieron anoche al Arenal tuvieron el privilegio de escuchar. No quiso dejar atrás sus baladas y realizó un remix con las más sonadas.
Pero quizá el momento más emocionante del concierto ocurrió en los bises. El almeriense se marchaba mientras era aclamado por el público y tras un fundido a negro apareció de nuevo sobre el escenario enfundado con una camiseta de la Balona. Si los asistentes ya estaban absolutamente entregados a él, en ese momento enloquecieron. Bisbal tuvo un recuerdo especial a su amigo Eduardo Mena, ex futbolista de La Balona y del Poli Ejido, y quien fue entrenador personal del cantante. Se da la cinrcunstancia que se cumplía el primer aniversario de su fallecimiento.
Y así, con la emoción a flor de piel y la albinegra como indumentaria se despidió con tres de sus 'hits' más aclamados: 'Corazón Latino', 'Bulería' y 'Ave María'.