Los efectos de la devastadora gota fría sobre Valencia y otros puntos de España está dejando innumerables historias; sobre tragedias y dramas personales, episodios de caos, incertidumbre y mucho miedo, momentos de indignación, rabia e impotencia, de ruina, de tristeza y desconsuelo y sobre todo de muchas, muchas pérdidas. Pero siempre, afortunadamente, ante tanto desastre, el ser humano también nos sorprende con grandes relatos de solidaridad, como el del linense Carlos Cañete y su equipo de vehículos 4x4.
Recién llegado de la Comunidad Valenciana, concretamente del municipio de Catarroja, donde ha pasado ocho días de intenso trabajo como voluntario, Carlos nos atiende a través del teléfono para compartir con 8Directo todo lo vivido: "Ha sido una experiencia bonita pero muy muy dura, tanto física como psicológicamente. Lo que hemos visto allí es tremendo, lo que se ve en la tele es poco. Los vecinos te cuentan sus vivencias, lo que ha tenido que pasar cada uno, y es impresionante".
Tras las primeras imágenes y noticias que hacían adivinar la magnitud de esta catástrofe, Carlos no lo pensó dos veces: "Yo me dedico a organizar excursiones al Sáhara, con vehículos todoterreno, así que cuando vi lo que estaba pasando me puse en contacto con las autoridades de allí, con el 112 de Catarroja, les ofrecí mi 4x4 y me dijeron que sí, que hacía falta. Les di mis datos y demás y empecé a preparalo todo deprisa. Yo soy así, cuando veo que hace falta ayuda en un sitio, procuro estar siempre". Carlos compartió entonces sus buenas intenciones con otros compañeros aficionados al mundo de los 4x4, sumándose así varios vecinos de La Línea con sus vehículos todoterreno, y formando esta expedición exprés a Valencia, que contó con un total de tres vehículos y seis personas voluntarias. Días más tarde se unió además otro 4x4 aportado por el Ayuntamiento de La Línea.
La retirada de vehículos de la vía pública ha sido una de las principales tareas de Carlos Cañete y su equipo de 4x4: "Cuando llegamos aquello era un caos total. Nosotros nos centramos sobre todo en quitar coches de las vías principales y una vez que ya despejamos estas zonas, nos dedicamos a las calles laterales. Era muy importante dejar el mayor espacio libre posible para que pasara y llegara a estos puntos la maquinaria pesada". La retirada de vehículos también del interior de garajes y la búsqueda de personas desaparecidas han sido otras tareas en las que ha colaborado este grupo de vecinos de La Línea.
El equipo de Carlos Cañete, uno de los primeros en llegar a la zona cero, ha liderado además al resto de vehículos 4x4, llegados de otras zonas del país, y que se han ido sumando a estos trabajos. "Han sido muchos los grupitos de 4x4 que se han unido y a los que hemos ido organizando. Al final se formó un grupo grande de 4x4 de diferentes partes de España pero todos trabajando como uno solo, juntos a una", explica.
"Es que una parte de nuestros corazones se ha quedado allí para siempre", asegura emocionado a través del teléfono. "Ha sido una experiencia satisfactoria pero muy dura y desagradable. Por allí ha pasado un tsunami, una ola de tres metros que ha arrasado pueblos enteros. Cuando llegamos, las calles estaban intransitables y nos hemos venido con la alegría de que ya se podía pasar por ellas. Estamos muy satisfechos con nuestro trabajo". Un trabajo que ha resultado esencial para que la maquinaria pesada pudiera acceder a estos puntos.
Toda una experiencia que, sin duda alguna, ha marcado a este grupo de linenses aficionados al 4x4, compartiendo y aprendiendo de los matices de esta tragedia, uno mismo, entre amigos y compañeros voluntarios, y con los propios vecinos y familias afectadas. "Los vecinos de la zona donde hemos estado, cuando les dijimos que ya nos veníamos, bueno...aquello fue un llanto de emoción por parte y parte. Cuando nos despedimos nos aplaudieron todos, salíamos ya de la calle, doblando la esquina, y seguíamos escuchando los aplausos", señala.
La experiencia y el vínculo creado es tal que Carlos, varios días después de llegar a La Línea, continúa recibiendo llamadas de vecinos de la zona, a quienes considera ya familia. "Hemos establecido una amistad muy grande con los vecinos, somos como una gran familia. Allí todos los días nos hacían de comer, nos preparaban la merienda, nos han tenido muy arropados. Ahora me llaman a diario, me escriben, seguimos en contacto", añade.
Después de esta pausa, este alto en el camino solidario de este grupo de 4x4, Carlos Cañete prepara una nueva expedición con la que tiene previsto volver a Valencia a finales de mes. "Nos estamos organizando con otros compañeros y esperamos volver allí otros 15, 20 vehículos en unos ocho o diez días. Allí queda mucho trabajo por hacer, en las calles continúan muchos coches ahí tirados, los sótanos están llenos. El agua está prácticamente achicada, sí, pero queda mucho lodo por retirar, hay sitios con un metro y pico solo de lodo. Así que sí, vamos a volver pronto".