Son muchas las referencias en la ciudad de La Línea al reconocido artista local José Cruz Herrera. Su obra y legado, aplaudidos nacional e internacionalmente, salpican muchos espacios de esta ciudad, contando aquí con una calle con su nombre, una plaza y un museo propio, además de que muchos de sus trabajos están expuestos en lugares destacados como la iglesia de La Inmaculada. Pero, nos preguntamos, ¿dónde está la casa donde nació y se crió este insigne pintor?
La asociación de Protección Histórica Linense nos ilustra sobre esta cuestión que, lamentablemente, acabó siendo "otro triste capítulo de atentando al patrimonio arquitectónico municipal en los primeros años del siglo XXI", señala José Martínez Téllez, presidente de PHL. "Nos habéis preguntado mucho: '¿tenéis foto de la casa de Cruz Herrera?' Muchos que eran niños o aún no habían nacido entre 1999 - 2000 sólo han conocido el solar". Un solar en el número 11 de la calle Real de la que entonces desapareció esta vivienda con mucha historia.
Tal y como explican desde Protección Histórica Linense, "en 1874, el propietario de una litografía se traslada desde Cádiz con su esposa y sus cuatro hijos a la recién fundada Línea de la Concepción. El mayor de estos hijos, José de la Cruz García, con 25 años de edad, contrae matrimonio el 8 de diciembre de 1889 con la linense, Antonia Herrera Ramírez, de 19 años, sobrina carnal del que fuera alcalde, Luis Ramírez Galuzo. En el año 1890, en el número 11 de la calle Real los Cruz Herrera construyen su casa familiar con la litografía en la planta baja. Tuvieron siete hijos, de los cuales destacarían: José (laureado pintor) y Alfonso (alcalde). José de la Cruz García fue alcalde de La Línea desde el 22 de abril al 1 de julio de 1895. Aunque el personaje más destacado de la familia fue, sin duda, José Cruz Herrera, famoso pintor, nacido en 1890". Cruz Herrera fue un reconocido pintor orientalista del siglo XX cuya obra giró en torno al retrato y al paisaje, llegando a recibir destacados premios y distinciones y convirtiéndose además en académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid.
La casa de Cruz Herrera, de dos plantas y estilo ecléctico, fue levantada a finales del siglo XIX. La planta baja estaba decorada por losas de piedra que cubrían toda la fachada, la mayor parte de la misma estaba ocupada por el antiguo negocio familiar, la imprenta, la cual tenía su entrada por la parte derecha, con una ventana central. La misma estaba cubierta (puerta y ventana) por una marquesina de hierro, decorada por cristales de colores, sostenida por cornisas de hierro decorada. La entrada propiamente dicha de la vivienda se situaba en el lado izquierdo donde al acceder a un vestíbulo arrancaba el juego de escalera hacia la parte alta, que es donde se encuentra la vivienda. El segundo cuerpo estaba compuesto por tres balcones, el central era cerrado y de forja con cristalera y los dos laterales con balaustrada de piedra alineados a la misma fachada con ventanas mallorquinas. Este segundo cuerpo estaba decorado por una composición de azulejos de colores verdes y rojos, salvo en los marcos de los balcones que tenían un juego de cenefa de azulejos. Una cornisa servía de remate para una balaustrada de piedra que se encontraba a lo largo de la fachada en la azotea. Esta vivienda seguía el estilo arquitectónico de muchas de las casas burguesas que aún hoy salpican el centro de esta cuidad, especialmente la calle Real.
Algunas todavía resisten, unas en ruinas y otras rehabilitadas y reformadas. La de Cruz Herrera, desafortunadamente, fue demolida por iniciativa de los propietarios ante su mal estado. "El último inquilino del local comercial de esta casa fue el locutor comarcal, Samuel Fernández, quien luchó hasta el último momento por la conservación del edificio, enfrentándose a los herederos del pintor. PHL no existía en aquel momento, de ser así nos hubiéramos posicionado apoyando al Sr. Fernández aunque hubiéramos perdido la batalla. La fotografía de la fachada es propiedad de José Luis Fernández, de Memoria Gráfica", exponen desde PHL. Ni siquiera se logró conservar la lápida conmemorativa que se colocó en esta casa tras la concesión de la segunda medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes: "En esta casa nació el laureado pintor D.José Cruz Herrera. El Excmo. Ayuntamiento haciéndose eco del sentir popular, acordó rendir este homenaje a tan insigne artista linense. Julio 1924".
"Lápida que al igual que la vivienda sería hecha añicos por la piqueta destructora, haciendo sentir el más apelativo talibán de la incultura", añade Martínez Téllez.