“Allí se conservaban y guardaban los aparejos y los materiales necesarios y también se usó como lugar para el descanso de trabajadores que llegaban de fuera de La Línea en la época en que había más faena”, nos cuenta José Martínez Téllez, presidente del colectivo Protección Histórica Linense.

Una vez que dejó de estar operativa (1994) y la actividad se centró en los puertos de Tarifa, Barbate y Conil, las instalaciones fueron clausuradas. “Nosotros hemos propuesto en varias ocasiones que la Almadraba sea utilizada para crear un Museo Etnológico de la Atunara donde puedan incluirse recreaciones de embarcaciones y se mostraran aparejos de pesca”, nos explica José Martínez Téllez.
El inmueble, de carácter industrial, fue levantado con naves rectangulares con cubiertas a dos aguas y portada frontal. Destaca en la esquina el edificio de dos plantas. La decoración es practicamente inexistente y su acceso se realiza a través de un patio con dependencias a ambos lados.