Gran Marina de Estrecho se presentaba como uno de los planes empresariales más ambiciosos y de mayor calado para La Línea de la Concepción y, por extensión, para el Campo de Gibraltar. El proyecto para crear un puerto de megayates y cruceros con una gran zona comercial se encuentra actualmente paralizado, con un juicio de por medio y abocado al fracaso si no entra un nuevo promotor que resuelva la compleja situación actual.
Las obras se encuentran paradas desde abril de 2022, hace ya dos años, y la promotora, La Línea City Port, tiene fijado un juicio con la constructora Sacyr el próximo 22 de mayo. El proyecto se ha encontrado con todo tipo de dificultades casi desde el comienzo. Fuentes de la promotora señalan como problemas el contencioso que tuvo con el Puerto de Alcaidesa -que sacó adelante después de tres años-, la ralentización de los trámites administrativos, urbanísticos y ambientales; y, después de superarlos y de licitar por fin las obras, se sumaron otros como la pandemia del Covid, el aumento de los precios de los materiales, y la guerra de Ucrania y Rusia, país este último de procedencia de uno de los socios inversores.
La promotora del proyecto asegura que la relación con la constructora fue complicada desde el inicio, "desde que se les adjudicó tardaron seis meses en firmar el contrato bajo la amenaza de adjudicar al siguiente candidato, agotando el plazo límite hasta el último segundo, en un viernes noche para su firma el 14 de mayo de 2021 a las 20:55 horas". Además, le acusa de no cumplir parte de lo comprometido en las condiciones de oferta que firmaron, como la falta de un aval en favor de la promotora para la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA). También señala "pocas ganas de ejecutar las obras" y que la fricción aumentó con los planes de obra de la empresa constructora "sin obedecer las órdenes del promotor y dirección de obra en cuanto al orden de ejecución de tajos" y "al paralizar la administración portuaria todos los tajos de obra marítima".
A esto, se le sumó la subida de precios durante el año 2021 que probablemente llegó a un 30%, y que "probablemente fue el determinante" para que la constructora quisiera terminar el contrato
Otro revés fue el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania también terminó impactando en el proyecto al ser uno de los promotores de nacionalidad rusa y, según fuentes de la promotora, sufriendo esta "un veto total con las entidades bancarias, incluso con cierre de cuentas activas". Estos hechos llevaron al retraso en pagos de certificaciones y a una situación más compleja aún entre constructora y promotora, con numerosa correspondencia entre ellos que desembocó en una demanda interpuesta por la constructora.
La deuda acumulada, muchas de ellas por tasas portuarias que la promotora ha tenido que seguir haciendo frente incluso durante la suspensión de las obras, hacen "muy complicada su viabilidad" a día de hoy, a pesar de que el proyecto cuenta con licencias en vigor y muchas expectativas en el mercado náutico.
Solo la entrada de un nuevo socio promotor, con la ayuda de las administraciones intervinientes, puede resolver la situación actual, de lo contrario este proyecto se verá abocado al fracaso. Hay varios grupos promotores y fondos de inversión interesados pero dependerá del acuerdo de los actuales socios. Los próximos tres meses serán claves.
El proyecto
¿Qué es Gran Marina del Estrecho? Es un proyecto que consiste en una base para megayates y cruceros que todavía aspira a convertirse en una de las más modernas de todo el Mediterráneo y en un destino de referencia en el Estrecho de Gibraltar. Un enclave que plantea desde su inicio la construcción de una zona comercial, recreativa y de ocio que cambiaría buena parte del litoral de Poniente de La Línea de la Concepción. Con 11.000 metros cuadrados construidos, 82 atraques y una inversión superior a 50 millones de euros, aspira ser el mayor puerto náutico deportivo, de megayates y cruceros de toda Andalucía.
Las instalaciones portuarias de la Gran Marina del Estrecho están recogidas dentro de la zona protegida por el dique portuario San Felipe, como prolongación y complementaria del actual Puerto Deportivo Alcaidesa Marina, destinado a yates y veleros. La descripción del proyecto recoge en esa zona dos dársenas: una con capacidad para el atraque de 80 megayates de entre 30 y 100 metros de eslora, con 5 metros de calado, y otra para dos cruceros de hasta 200 metros de eslora o megayates de hasta 8 metros de calado.
Esta capacidad media y máxima es mayor que la de puertos deportivos de alrededor, más incluso que Puerto Sherry o Puerto Banús. Ambas dársenas irán acompañadas por edificios dedicados a los diferentes servicios náuticos y comerciales, y está prevista la urbanización del dique ya existente.
En tierra, el proyecto contempla una inversión para ocupar una superficie de 11.200 metros cuadrados, donde los documentos proyectan un yachting club -club de navegación- que contaría con un edificio independiente de 2.500 metros cuadrados distribuidos en dos plantas y equipado con gimnasio, sala fitness, spa, zona de belleza, restaurantes, cuatro locales comerciales, oficinas y una zona de servicio para los socios. Además de una zona abierta con una edificio comercial con 7.600 metros cuadrados de superficie construida y repartidas en dos plantas.
Los socios inversores calculan que el proyecto ya culminado podría generar 40 puestos de trabajo directos y 300 indirectos.
Cronograma
Esta infraestructura portuaria empezó a gestarse en 2010, en un enclave natural al abrigo del Dique de San Felipe, en la Bahía de Algeciras. El proyecto inicial fue ideado por un consorcio de empresas especialistas en obra marítima y concesiones, que habían participado en el diseño y construcción de la marina deportiva existente en La Línea de la Concepción (Marina Alcaidesa).
La solicitud de la concesión se realizó en agosto de 2012, y después de un largo trámite ambiental, en julio de 2016, la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras (APBA) otorgó a La Línea City Port SL, parte del Grupo Olimpic City, la concesión de una base de megayates y cruceros. La responsabilidad de la parte técnica, de negocio y operativa, era en la empresa Jiménez-Casquet Gestión Integral de Proyectos, con la colaboración de Expansión y Estrategia y Gonzalo Aguado para la comercialización de los locales de uso comercial polivalente.
Desde la adjudicación de la concesión, después de superar trámites legales, recursos contencioso-administrativos y conseguir la aprobación del planeamiento de detalle por parte del Ayuntamiento de la Línea de la Concepción, así como desarrollar los acuerdos comerciales con grupos importantes del sector, en diciembre de 2019, el Grupo Stroywest, a través de Menona Investments, entró con paso firme para adquirir el 50% del accionariado de La Línea City Port, impulsando definitivamente con los recursos económicos necesarios el lanzamiento del proyecto.
Las obras comenzaron poco después de mayo de 2021 pero, tras una serie de problemas anteriormente descritos, quedó paralizadas en abril de 2022. Hasta hoy.