La plantilla de Acerinox ha vuelto a cortar el tráfico en la A7 a la altura del polígono de Palmones por segundo día consecutivo y en la décima jornada de huelga. Más de 1.000 trabajadores han asaltado la autovía a las 9.00 horas para cerrarla al tráfico durante 30 minutos, en un corte controlado por los agentes de la Guadia Civil. Tal y como ocurrió el martes, la A7 se ha colapsado en ambos sentidos dejando a cientos de trabajadores atrapados en las retenciones.
La comitiva ha portado una pancarta con el lema "Por nuestro convenio, el empleo y el futuro". El portavoz del comité de huelga, José Antonio Gómez Valencia, ha apelado a la unión de la plantilla y ha asegurado que no cederán en aceptar la flexibilidad horaria.
"No vamos a ceder por debajo del Estatuto de los Trabajadores, no vamos a permitir que nos tengan en día de descanso pendiente de un teléfono. Los trabajadores lo tienen claro, no quieren esa disponibilidad horaria. No vamos a hablar de ese tema, a partir de ahí nos podemos sentar a negociar el resto", ha afirmado.
Acerca de la afirmación de Acerinox de que la factoría de Palmones ha arrojado pérdidas en cuatro de los tres últimos años, los trabajadores lo tienen claro: "La plantilla lleva muchos años aquí, llevan toda la vida diciendo que tienen pérdidas y nosotros somos los que sacamos el material y sabemos lo que hay. Si quieren que nos lo creamos que no publiquen más ganancias millonarias".
Gómez Valencia ha recordado a la dirección de Acerinox que "ya hay un comité de huelga unificado, no hay excusa para no sentarse a negociar".
Mañana jueves, las dos partes se sentarán en el Sercla, aunque en esta ocasión el asunto a tratar es la consideración por parte de la empresa de "huelga ilegal". Además, la empresa reclama a los convocantes 181.000 euros por día de huelga más una cantidad por daños.