La Audiencia Nacional ha condenado a Ana María Cameno, conocida como la "reina de la coca", a 16 años de cárcel y al pago de una multa de 21 millones de euros por liderar una red implicada en la distribución de un centenar de kilos de cocaína en distintos puntos de España y por blanquear millones de euros de los beneficios en Panamá.
En su sentencia, la sección segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional le ha impuesto 12 años de cárcel y multa de 20 millones de euros por el delito de tráfico de drogas, y otros 4 años y multa de 1,2 millones por el de blanqueo.
Junto a Cameno han sido condenados a penas que oscilan entre los 4 y los 9 años de cárcel los otros once acusados que se sentaron con ella en el banquillo, entre ellos el director de la entidad Bandenia Banca Privada, José Miguel Artiles, condenado a 4 años de prisión por blanqueo y multa de 1,2 millones.
Ante la previsible condena, la acusada, en libertad provisional, fue detenida este lunes, según informaron a Efe fuentes jurídicas, para evitar que se intentara dar a la fuga al hacerse pública la sentencia.
Para regularizar su situación, la Sala tiene previsto celebrar este miércoles una vistilla para determinar si decreta su ingreso en prisión provisional a la espera de que la sentencia adquiera firmeza, han indicado a Efe las fuentes jurídicas.
La Fiscalía Antidroga pedía para ella una condena de 25 años de prisión, así como multa "del cuádruplo del valor de la sustancia estupefaciente" y otra de 1,2 millones de euros por el blanqueo, la misma que le ha impuesto la Sala.
Le acusaba también de tenencia ilícita de armas, delito del que finalmente ha resultado absuelta al entender la Sala que no es imputable a Cameno.
Su expareja, José Ramón Mora, para el que la Fiscalía pedía 21 años de cárcel por estos mismos hechos, se encuentra en busca y captura tras no presentarse al juicio.
Cameno fue detenida el 26 de septiembre de 2014 en la Línea de la Concepción (Cádiz), acusada de dirigir la distribución de cien kilos de cocaína en distintos puntos de España.
Esta operación supuso la desarticulación de una red de narcotraficantes, de la que se sospechaba que Cameno era la cabecilla, y que había montado una estructura para blanquear las ganancias en productos financieros y mediante transferencias a Panamá a través del chiringuito Bandenia.
La investigación se inició en 2013 tras detectar que Cameno, que ya había estado vinculada a distintas operaciones de narcotráfico, continuaba desarrollando este tipo de actividades.
La sentencia, de 97 folios, declara probado que Cameno lideraba una organización criminal junto a su entonces pareja sentimental "como estructura base permanente", que se completaba con otras personas, "que intervenían en cada concreta operación" y "otros que actuaban como colaboradores habituales" .
Entre estas operaciones, la sentencia relata con amplitud de detalles la que llevó a la detención en Valdemorillo (Madrid) de uno de los acusados con casi 19 kilos de cocaína en un vehículo Mercedes, que habitualmente utilizaba Cameno. Se trata de Miguel Ángel López Palencia, que ha recibido la segunda mayor condena en esta causa, 9 años de cárcel.
Tras esta detención, Cameno y su pareja abandonaron su residencia habitual de Majadahonda (Madrid) y se trasladaron a la urbanización La Alcaidesa de la Línea de la Concepción (Cádiz).
Las labores de vigilancia y la instalación de un micro en un vehículo, un Jeep Cherokee, que se sospechó podía ser utilizado de inmediato para una operación de transporte de droga, llevó a la detención de los investigados tras varias vigilancias.
En la vivienda de Ana Cameno y José Ramón Mora en la citada urbanización fueron intervenidos casi 45 kilos de cocaína valorados en cerca de seis millones de euros y una pistola, y en el Jeep Cherokee más de 37 kilos de la misma droga con un valor superior a cinco millones. En otros registros relacionados con los acusados también fue hallada droga en distintas cantidades.
En cuanto al blanqueo de los beneficios del narcotráfico, los magistrados relatan que se empezó a investigar a partir del hallazgo casual de 48.750 euros en una papelera del sótano de una cafetería en Majadahonda (Madrid) en la que Cameno se había encontrado "con otra persona relacionada con ella y con sus actividades supuestamente relacionadas con el tráfico de drogas que se siguen en otro procedimiento".
Cameno fue identificada por agentes de la Policía al salir del establecimiento, después de dejar abandonado el dinero intervenido, y se descubrió que portaba alrededor de 10.000 euros en un bolso de mano.
A partir de ese momento y fruto de los seguimientos, se logró detectar encuentros de Cameno con otros acusados, entre ellos un abogado, que se encargaban de depositar el dinero obtenido con la venta de la droga en una caja de seguridad del BBVA.
Para completar el trasvase de fondos, el abogado y otro de los condenados recurrieron a un tercero que se puso en contacto con el director de Bandenia para efectuar la transferencia a Panamá de los fondos entregados por Cameno y su pareja en distintas operaciones.
La Sala explica que aunque no puede afirmarse "de manera absoluta" que el director "conociera con precisión, de primera mano, como los otros, la procedencia del dinero", tenía "elementos suficientes para su conocimiento".
"Su actuación -añade- no se limita a incumplir, sin más, la normativa antiblanqueo, sino que pone a disposición de la operación de blanqueo a la entidad Bandemia y participa activamente con actos propios en dar apariencia de legalidad" a las transferencias de fondos.
Por eso, la Sala impone también a todos los implicados en estas operaciones de blanqueo el comiso de los bienes afectados así como el dinero y depósitos bancarios bloqueados de que sean titulares en la suma de 437.005,75 euros.