Último trimestre de 2023. ¿Cuál es la situación actual del Puerto de Algeciras?
–La valoración es positiva máxime teniendo el contexto a nivel mundial que tenemos, en el que hay una cierta ralentización de la economía, Europa tiene una situación de ralentización del desarrollo de su PIB, y eso se traduce en un menor comercio exterior, y una bajada de las exportaciones. En ese contexto, el Puerto de Algeciras está teniendo un mejor comportamiento que otros puertos grandes de la Unión Europea.
–¿A qué se debe que Algeciras, como ha comentado, esté mejor que otros puertos?
–En primer lugar porque hemos mantenido la actividad del transbordo. Es muy importante. Insisto en que el transbordo nos da conectividad y eso es competitividad, te permite buenos tiempos de tráficos, buenas condiciones económicas que lo van a usar los exportadores e importadores, porque al final los puertos somos herramientas al servicio del comercio exterior, de nuestras empresas, y por lo tanto es importante mantener los niveles de tránsito y que no se te desvíen a otros puertos vecinos.
También hay que destacar los tráficos de importación que sí han crecido respecto el año anterior y si analizamos importación y exportación están al 50%, tenemos los tráficos balanceados y eso es bueno para todo el desarrollo de la intermodalidad, y ya si analizamos los tráficos de importación estamos creciendo un 12%.
–Sobre el transbordo el Puerto viene librando una batalla por el Sistema de Comercio de Emisiones, ETS, de la Unión Europea. ¿En qué situación está?
–Es un tema importante y delicado. Lo primero que hay que indicar es que en el Puerto de Algeciras estamos alineados con el Pacto Verde, como responsable de una institución pública y como ciudadano, pero hay que legislar de forma correcta y evitar que se favorezca fugas de CO2 ni desvíos de tráficos. En un principio eran consecuencias inmediatas: si tienes que pagar en un puerto una cuantía importante por las emisiones que se puedan producir en todo el trayecto, desde origen a destino, en un mundo tan competitivo como el que vivimos, las navieras van a buscar alternativas a los puertos europeos, especialmente en el transbordo.
Llevamos dos años denunciando esta situación, y venimos trabajando en alternativas y soluciones. Gracias a esa labor de presión conseguimos que se acogiese la fórmula de puerto transparente de manera que si un barco sale de Shangai, viene al Norte de Europa y escala en Algeciras tiene que pagar el 50% porque es un puerto no europeo y un puerto europeo, y si continúa ese mismo buque a Rotterdam pagaría el 100%. Antes de esto el planteamiento era que de un puerto no europeo a un puerto no europeo como Tánger Med no pagaba nada, con lo cual soltaba la mochila de CO2 de forma gratuita y luego el último viaje no pagando el 100% sino pagando sólo el 50. Eso en un trayecto de muchas millas resultan facturas altísimas, ese diferencial del coste del movimiento se encarecía muchísimo, y date cuenta que en el Estrecho estamos peleando por céntimos. Si nos estás metiendo [a Algeciras] un coste adicional del 20% te saca fuera de la ecuación y de la posibilidad de competir.
Ahora en segundas alegaciones hemos puesto de manifiesto que hemos dado un cierto paso con el concepto de puertos trasparentes pero ¿qué pasa cuando ese transporte marítimo no toca Europa? Por ejemplo, un barco desde Brasil escalando en Algeciras tiene que pagar el 100%, si lo hace en Tánger Med no pagaría nada. Por lo tanto, hay una gran parte de actividad que no estaría cubierta con esta fórmula. No se soluciona al cien por cien.
"La fórmula de los puertos transparentes no evita al 100% el desvío de tráficos y de CO2"
–¿Qué alternativa propone? ¿Cuál es la salida?
–Establecer una serie de puertos asociados transbordo y o incluyes a todos o que los puertos de transbordo no tengamos que pagar.
–¿Qué papel juega el Puerto de Algeciras en la transformación que está viviendo la industria de su entorno?
–Estamos en la implementación práctica del Pacto Verde y una de las líneas fundamentales es apoyar y colaborar en la transición energética. Entre las iniciativas por parte de la APBA está la electrificación de los muelles, para lo que estamos destinando unos 30 millones de euros y esperemos que para 2025-26 tengan ese suministros para los buques, que van minimizar las emisiones de CO2 y también evitar ruido de motores auxiliares y molestias. Adicionalmente estamos facilitando la transición energética de combustible. Somos un puerto de bunker, de hecho el año pasado fuimos líderes del Mediterráneo, por tanto a los clientes hay que facilitarles alternativas de productos y por ello estamos implementando una estrategia para apoyar el gas natural licuado (GNL), otra para los biofuel y también la producción en la bahía de nuevas alternativas como el hidrógeno verde, que a su vez el día de mañana, a través de sus derivados como el metanol, van a facilitar la movilidad dentro de la bahía y obtener combustibles que necesitan las nuevas industrias y también para exportar. Ahí están los proyectos liderados por Cepsa, EDT y algún que otro operador más pequeños pero que también suman, todos suman.
–¿La transición energética es el gran reto?
–Es el gran reto, es una gran obligación, pero también una gran oportunidad. Hay que ver las nuevas líneas de trabajo que se nos van abriendo. Por ejemplo, el biofuel, que nadie contaba con ello y ahora la flota del Estrecho ya está suministrándose en parte con biofuel y grandes navieras como Maersk.
–Maersk hace poco se decantó por Huelva para construir su planta de metanol verde. Usted dijo que en la bahía faltaba suelo para que se instalara aquí. ¿Le preocupa la falta de espacio?
–Nos preocupa a todos, también a las grandes industrias. Al final tenemos una renta de situación estratégica pero también unas limitaciones de espacio, de superficie, no hay que olvidar que tenemos dos entornos muy caracterizados, dos parques naturales, Reserva de la Biosfera, un entorno privilegiado pero que nos limita. La cantidad de suelo que plantea Maersk aquí no existe, hablábamos de 40 hectáreas, ya nos gustaría disponer de esa superficie. Pero este proyecto es para producir combustible, otra cosa es la operación logística y la venta y comercialización, y nosotros sí vamos a estar en esa fotografía. Habrá que ver los planteamientos de Maersk pero donde se comercializa el bunker, de la tipología que sea, es en el Estrecho. Es importante que se fabrique en nuestro entorno inmediato.
"Destinamos unos 30 millones de euros en la electrificación de nuestros muelles para 2025-26"
–¿El Puerto de Algeciras ha renunciado ya a sus proyectos de ampliación?
–El desarrollo del Puerto vendrá por lado mar y por lado tierra. Nosotros estamos impulsando ese desarrollo con zonas logísticas y con la intermodalidad. Estamos convencidos de que el desarrollo de los puertos grandes de la Unión Europea va a venir por el lado tierra porque las posibilidades de crecimiento en el lado mar cada vez son más limitadas y hay que ser realistas con esos planteamientos. ¿Optimización y crecimientos acotados? No se puede renunciar a ellos, pero evidentemente tiene que ir acompañado con un importante crecimiento en el lado tierra vía logística y vía intermodalidad.
–Hablando del lado tierra. ¿Las últimas noticias de la línea férrea Bobadilla-Algeciras le hace ser más optimista?
–Bueno, es un poco la zanahoria, nos van medio contentando, se van dando pasos pero son cortitos y seguimos esperando esa gran apuesta por el ferrocarril. Porque los tráficos no esperan por nada ni por nadie, si no eres capaz de atenderlos buscan alternativas. Quiero ser optimista, pero el ritmo que este puerto necesita, que la economía necesita, en cuanto a la materialización práctica de los proyectos es lento.
"El desarrollo de los grandes puertos va a venir por el lado tierra con zonas logísticas y la intermodalidad"
–A pesar de ello siguen aumentando los tráficos ferroviarios del puerto.
–Hay una demanda importantísima, real, no es desarrollar una infraestructura para ver si somos capaces de captar, es que el volumen de actividad ya está y hay que darle viabilidad para que se mantenga. Ahora estamos en niveles que superan los 55.000-60.000 teus subidos al tren al año, estamos quitando de la carretera prácticamente 30.000 camiones. En Algeciras tenemos la fortuna de tener dos cadenas logísticas distintas, la larga distancia asociada al tren, y la asociada al tráfico rodado. Son distintas pero pueden sumar sinergias a la hora de impulsar la intermodalidad y el ferrocarril es la gran herramienta que necesitamos no solo para atender los tráficos contenerizados sino también para subir el camión al ferrocarril. Por temas medioambientales, por temas económicos, de seguridad en las carreteras, también porque cada vez hay menos chóferes de larga distancia. Por muchas razones necesitamos el ferrocarril y cuanto antes.
–Es usted un presidente reivindicativo. ¿Qué otras necesidades tiene el Puerto de Algeciras actualmente?
–Nosotros apoyamos al cien por cien el sistema portuario tal y como está planteados ahora mismo, pero hay puertos que están asociados a la competencia internacional que tenemos que tener herramientas mucho más operativas. Hay unas limitaciones muy fuertes de personal fuera de convenio, tenemos la misma plantilla desde 2006, seguimos teniendo los mismos 33 profesionales, un puerto hace 20 años no tiene nada que ver con el actual.
"Los proyectos del tren van lentos, echo en falta la gran apuesta que necesitamos"
–¿Cómo ve el futuro próximo, 2024, para el Puerto de Algeciras?
–Lo veo con optimismo; tenemos dificultades, amenazas, retos por delante, uno muy claro es el ETS del que hemos hablado, pero buscaremos fórmulas para adaptarnos, para tener la confianza de los clientes y seguir atrayendo nueva inversión, eso es muy importante. Nuestro objetivo es buscar la sostenibilidad como letras mayúsculas: desde el punto de vista medioambiental, económico y social. Si no tienes la claridad de que tienes tres cuentas de resultados y que estas tienen que ser positivas no estás haciendo un planteamiento a medio y largo plazo. Y en paralelo la preocupación fundamental para la creación de nuevo empleo: la gran industria y el puerto crean un empleo de calidad, un empleo estable. La transición energética brinda grandes oportunidades y hay que aprovecharlas.
Insisto mucho en que hace falta una visión más amplia, más ambiciosa, una visión de Estado en el entorno del Estrecho de Gibraltar, para muchas facetas, también de la portuaria y marítima, hay muchas oportunidades que no estamos aprovechando al cien por cien. La administración central y Bruselas tienen que mirar más hacia los puertos del sur porque tenemos mucho que aportar.