El escultor Marco Augusto Dueñas dona una de sus obras al restaurante Don Diego

Restaurante Don Diego ha sido escenario esta mañana de un cóctel homenaje a la figura del reconocido escultor Marco Augusto Dueñas, que ha donado una de sus obras al establecimiento gastronómico del Puerto de Sotogrande. Juan Moncayo le ha entregado un diploma a modo de reconocimiento.

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Marco Augusto Dueñas, natural de Córdoba pero sanroqueño de adopción, comienza una nueva etapa profesional en Italia, a donde viaja continuamente por motivos laborales y donde ahora piensa establecerse durante una larga temporada junto a su familia. El escultor cordobés, que vive en Sotogrande desde hace más de diez años y donde ha formado una familia, ya ha colocado dos de sus obras en el Vaticano: San Marón y Santa Rafaela María.

Después de este paso de gigante en su carrera como escultor, que comenzó cuando tan sólo era un niño de catorce años, ahora enfrenta otros proyectos internacionales.

Juan Moncayo, de restaurante Don Diego, y un grupo de amigos de Sotogrande han despedido al escultor con un cóctel-almuerzo que ha servido de homenaje a su figura, como profesional y sobre todo como persona. Moncayo además le ha entregado un diploma reconocimiento en nombre de todo el pueblo de San Roque.

El acto ha servido también para conocer una escultura que Dueñas ha donado a Juan Moncayo para su restaurante Don Diego. Una escultura "por la amistad que nos une" y que representa a la mujer del sol, en un guiño al sol, el buen tiempo y la idiosincracia del lugar. "Vivimos en uno de los sitios más bonitos del mundo. Cuando uno llega a esta zona se siente muy acogido", ha comentado Dueñas.

Marco Augusto Dueñas se convirtió en aprendiz de escultura en mármol bajo la dirección de García Rueda en su ciudad natal donde con sólo catorce años se especializó en las diversas técnicas de la restauración y de la escultura. En 1993 se diplomó en escultura y en particular madera, fundición y decoración en la Academia de Bellas Artes Mateo Inurria.

Dueñas comienza ahora una nueva etapa profesional en Italia; pero esto no es un adiós, sólo un hasta pronto.