César Suárez: “Paco de Lucía está por descubrir”

El periodista especializado en cultura escribe 'El enigma Paco de Lucía' (Lumen), un ensayo que habla del lado humano, de la obra, los gustos e inquietudes del genio de Algeciras

Francis Mena
Periodista
22 de Agosto de 2024
César Suárez: “Paco de Lucía está por descubrir”. Fotos: Imagen: Toni Mateu.
César Suárez: “Paco de Lucía está por descubrir”. Fotos: Imagen: Toni Mateu.

César Suárez Martínez (Madrid, 1975) es periodista especializado en cultura. Desde hace quince años trabaja de redactor jefe de la revista Telva, donde ha entrevistado a las principales figuras del cine, la música, las artes y la literatura. Tras ‘Cómo cambiar tu vida con Sorolla’, su primer libro, publicó el pasado mes de enero ‘El enigma Paco de Lucía’.

—Sorolla y Paco de Lucía. ¿Qué le ha llevado a escribir libros sobre estos dos artistas, a priori tan diferentes?
—Son diferentes pero he encontrado puntos en común como el atractivo que tiene el mar para ellos. Pero luego yo descubro que Paco de Lucía y Sorolla son personas que tienen una obra a priori muy conocida, pero su lado más personal, más humano, es más desconocido para el gran público. De Paco hay mucho escrito, muchos vídeos, el documental estupendo de su hijo Curro Sánchez, pero su faceta humana está por descubrir, ese lado misterioso y esa contradicción entre su genio creativo, su angustia, su ansia de perfección, y sus ganas de divertirse y de escapar de la guitarra.

—¿Cuál es el enigma de Paco de Lucía que da título al libro?
—Yo creo que el enigma es esa complejidad interior. Una de las primeras cosas que me dice su primera mujer, Casilda Varela, que creo que es quien mejor le conoció psicológicamente, es que Paco era pura angustia; lo dice también su amigo Félix Grande, que era un rayo atado a una redoma, como dice Miguel Hernández. Estaba en esa constante inquietud, nunca sentía sosiego aunque por fuera mostraba esa calma, esa pose distante, esa mirada que se ve en fotos y de la que habla todo el que mantuvo alguna relación con él. Me llamó la atención de esa dualidad entre su interior y su exterior.

—¿Qué aporta su ensayo a la biografía de Paco de Lucía?
—He tratado de seguir esa frase fantástica de Manolo Sanlúcar con la que abro el libro que dice que “Paco encanta al que no sabe y vuelve loco al que sabe”. Soy un aficionado, no me considero un erudito ni un experto, pero he querido hacer de traductor de alguna manera de ese mundo maravilloso y complejo del flamenco, y acercarlo a esa gente, a quienes les encanta la música y la figura de Paco de Lucía y también hacerlo ameno para cualquier lector.

El enigma Paco de Lucía
El enigma Paco de Lucía

—¿Paco de Lucía supone un atractivo por la posibilidad de acercarse a la vida, la obra y la mente de un genio?
—Para mí está por descubrir. Su lado humano, su obra, aunque está muy estudiada, tiene mucho margen para estudiar y desarrollar. Era alguien con una inteligencia superior y a la vez una creatividad y una intuición que ha dejado huella en todos los que le conocieron por alguna conversación, por algún consejo, o algún gesto... Todos te cuentan un momento muy especial con Paco.

—Su ensayo también muestra un Paco de Lucía con inquietudes culturales, por ejemplo por la lectura o la filosofía.
—Era un suceso inédito en el flamenco, no era habitual que un flamenco leyera, que citara a Ortega y Gasset o a Erich Fromm, y que hablara inglés. Tenía esa ambición de ir más allá del lenguaje flamenco y de las raíces flamencas que él adora y que siempre mantiene con la dificultad que conlleva el superar esos cánones sin abandonar las formas. Paco llega un momento en el que tiene tal dominio técnico del instrumento desde muy pequeño que su cabeza va mucho más allá. Era un persona muy inquieta, rebelde y se rebelaba primero contra sí mismo, y tenía una inquietud intelectual en cuanto a la lectura, a conocer cosas, a la tecnología, a la jardinería... Le inquietaba muchas cosas.

—¿Esa inquietud y ambición creativa fue clave en su carrera?
—Esa inquietud coincide en todos los grandes. Es la que tenía Camarón cuando iba a cualquier pueblo para escuchar a alguien que cantaba por seguiriya, o la que tenía Enrique Morente. En el flamenco hay historias y personajes maravillosos, y un territorio que para mí está todavía inexplorado, no sólo si
te gusta o no, sino como un género, es como el western, un territorio en el que se dan personajes buscavidas, cruce de destino... La propia Algeciras de la infancia de Paco, con el contrabando, las personas que cruzaban el Estrecho, de la gente de Hollywood que venía... Un escenario de película.

—¿Hasta qué punto le marcó nacer en esa Algeciras?
—Echaba de menos su ciudad y según iba cumpliendo años aún más. A pesar de la supuesta dureza de esa infancia de horas y horas de estudio, ese paisaje, esos personajes surrealistas y con historias estrambóticas y demás le hacia mucha gracia y le despertaba mucho cariño y mucha nostalgia de la pureza. Cuando llega el momento en el que ya ha alcanzado cierta fama, cuando ha suplido ese tocar para salir adelante, dice que el hambre espiritual es más difícil de calmar y por eso vuelve la vista a atrás, creo que lo que encuentra ahí es pureza y el entusiasmo de sus principios.

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