Cuando sobran las palabras

El escultor e imaginero barreño Bernardo Martínez busca con sus manos sobre el barro la emoción de fieles y amantes del arte

Sofía Furse.
Periodista
10 de Abril de 2025
Cuando sobran las palabras. Bernardo Martínez posa junto a Jesús Cautivo que esculpió en directo en la I Exposición Comarcal 'Arte, Pasión y Fe'. Imágenes: Juanma Galindo.
Cuando sobran las palabras. Bernardo Martínez posa junto a Jesús Cautivo que esculpió en directo en la I Exposición Comarcal 'Arte, Pasión y Fe'. Imágenes: Juanma Galindo.

­Una mirada callada es suficiente. Bernardo Martínez (Los Barrios, 1965) no sabe cómo explicar lo que siente cuando ve una de sus imágenes finalizadas y su efecto en los fieles y amantes del arte. Cuando las personas se quedan en silencio ante sus obras siente que lo ha logrado. La emoción en sus rostros y la admiración le dice más que cualquier ovación. Para él, el arte no es sólo técnica, sino un medio para conectar con las emociones de quienes lo experimentan.

Desde siempre supo que lo suyo era la pintura. En el colegio, durante el recreo, prefería dibujar a correr. Tanto es así que a los 15 años tuvo lugar su primera exposición de acuarelas, un antes y un después que abriría la veda a exposiciones por todo el Campo de Gibraltar. Su habilidad en la pintura le ayudó a probar suerte con la escultura. Fue un amigo quien vio en él lo que ni él mismo pudo percibir. Juan Alzara, que impartía clases de pintura, le pidió que creara una máscara. La brillantez con la que lo ejecutó evidenció sus capacidades. “Me dijo: dedícate a la escultura”, recuerda, con las manos aún manchadas por el barro con el que trabaja en directo sobre el busto de Jesús Cautivo en la I Exposición Comarcal ‘Arte, Pasión y Fe’, una idea de la que se habló ya en el I Foro de 8Directo de Semana Santa en 2024.

Bernardo Martínez se introdujo en la imaginería con la imagen del patrón San Isidro Labrador de Los Barrios hace quince años, y que actualmente procesiona en la tradicional Romería. También lo hace Santiago Apóstol, en el Domingo de Ramos, una talla directa creada con tablones que le ha requerido de un importante tiempo de estudio de la anatomía y que ha superado incluso sus propias expectativas.

Bernardo Martínez, rodeado de elementos cofrades, durante la entrevista.
Bernardo Martínez, rodeado de elementos cofrades, durante la entrevista.

"No se puede explicar, sólo lo sientes; lo ves en los ojos de las personas, en su expresión"

Sus manos han creado importantes y reconocidas esculturas como el monumento de La Montera del Torero, la representación de Hércules en una rotonda de la Villa, la imagen de la patrona Nuestra Señora del Rosario, el retrato en bronce de Atanasio y su perro en el Paseo de la Constitución, entre otros.

Bernardo siente que cada una de sus creaciones tiene algo de él, ya sea emocional o un rasgo físico. Aunque considera que lo mejor que ha realizado hasta el momento ha sido la talla de Nuestro Señor Jesucristo de Amor y Bondad Despojado de sus Vestiduras, conocida como El Despojado, que fue adquirida por la Asociación Religiosa Décima Estación de Ronda. “Con El Despojado supe que tenía que dedicarme más a la imaginería. Era bajar al taller e impresionarme al mirarlo”, recuerda. Martínez explica que sus creaciones nacen de algo profundo, un sentimiento que es imposible de describir con palabras. "No se puede explicar, solo lo sientes. Lo ves en los ojos de las personas, en su expresión. Y con eso, basta", señala, recordando las miradas emocionadas de quienes se encuentran con sus imágenes.

Santiago Apóstol, que sale el Domingo de Ramos de Los Barrios (izquierda), y la impresionante espalda de El Despojado de Ronda..
Santiago Apóstol, que sale el Domingo de Ramos de Los Barrios (izquierda), y la impresionante espalda de El Despojado de Ronda..

El escultor e imaginero barreño desea dejar como legado un amplio número de obras en el Campo de Gibraltar, que puedan trascender en el tiempo y ser disfrutadas por las generaciones venideras. “Pero para ello te tienen que dar la oportunidad”, reconoce, con la esperanza de poder aportar su granito de arena a la Semana Santa de la comarca y al patrimonio cultural de su pueblo. “La imagen religiosa es las dos cosas: escultura y pintura”, subraya, destacando cómo ambas disciplinas se complementan en su trabajo, con la firme intención de que su arte perdure y siga emocionando a lo largo de los años.

San Isidro Labrador, el Apóstol Santiago, el Hércules y Atanasio, algunas de sus obras

El futuro de la escultura y la imaginería ya forma parte del presente. Los más jóvenes acuden a Bernardo para preguntarle curiosidades sobre el oficio, quien está encantado de poder trasladar sus conocimientos y acompañarlos a descubrir el mundo de las artes, que atraviesa retos por las nuevas herramientas digitales. “Lo que más me duele es que hay imagineros que apoyan lo que está promoviendo esa máquina”, comenta Martínez, al referirse a las herramientas digitales que, en su opinión, no pueden transmitir la misma esencia. “Yo no estoy de acuerdo. Creo que en la imaginería lo bonito es trabajarlo en barro, de ninguna otra forma se pueden lograr las expresiones que puedes hacer con las manos”.

Bernardo Martínez, la mano que esculpe a Jesús Cautivo.
Bernardo Martínez, la mano que esculpe a Jesús Cautivo.

El imaginero de Los Barrios considera que lo preciso es mancharse las manos, sentir la figura y ver cómo la imagen mejora durante el proceso. Por eso, a los jóvenes que persiguen este sueño les recomienda no temer ensuciarse con barro y dar el primer paso, tal como lo hizo él mismo hace quince años.

Desde entonces, su arte ha evolucionado, pero la esencia de su trabajo sigue siendo la misma: una conexión profunda con la materia, como si sus manos pudieran sentir lo que aún no está formado.