Penas y Dolores, donde empezó todo

La corporación del Martes Santo cumple 125 años

Periodista
26 de Marzo de 2024
Penas y Dolores, donde empezó todo. En esta imagen, Virgen de los Dolores, en los 80. | Foto: Manolo Pérez (cedida por La Línea Cofrade).

Escribir sobre la Hermandad de Penas y Dolores es escribir sobre la historia de la Semana Santa de La Línea. El origen, esa luz de la vigilia que iluminó el camino a seguir hasta llegar a la Semana de Pasión que conocemos hoy. Una hermandad pionera en muchos sentidos que este 2024 cumple 125 años desde su fundación (1899) en una ciudad con 154 años de historia.

La Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de las Penas, María Santísima de los Dolores y Patriarca Bendito San José no solo es la hermandad más antigua de La Línea sino también es la entidad más longeva.

Antigua pero moderna desde sus inicios, fueron cien mujeres las que, en una época en la que contaban poco, dieron un paso al frente y se asociaron entorno a la advocación a una imagen de la Virgen de los Dolores que existía en la ciudad desde 1894. Ellas fundaron esta hermandad, que fue además la primera en contar con una mujer en su junta de gobierno: Alicia Gutiérrez Leiva.

Esta hermandad, la más antigua de la ciudad, fue fundada por cien mujeres

Otro nombre propio en la historia de Penas y Dolores es el de Luis Mañasco, un hombre adelantado a su tiempo que, como hermano mayor de esta hermandad y capataz del palio, impulsó el estilo sevillano en la Semana Santa de La Línea e implantó las cuadrillas de costaleros, los cortejos de nazarenos, las vestimentas y enseres cofrades. Hijo Predilecto de esta ciudad, muy vinculado durante toda su vida a distintas hermandades, fue el primer presidente del Consejo Local. "Luis le dio un fuerte impulso a esta hermandad y a la Semana Santa de La Línea", destaca Ignacio Fortes, hermano mayor de Penas y Dolores.

"La historia de esta hermandad es muy amplia. Es mucho lo que hay documentado y lo que aún queda por investigar y seguir descubriendo", explica Fortes, que apunta, entre otras anécdotas, al patronazgo de los funcionarios del Ayuntamiento durante los años 40, periodo en el que Penas y Dolores acumuló un gran patrimonio, y la coronación de esta Virgen por parte del Obispo de Gibraltar en 1942. "Puede que estemos hablando de la tercera imagen coronada más antigua de Andalucía, por detrás de la Virgen de los Reyes y la del Rocío".

Pero el camino recorrido por esta centenaria hermandad también está lleno de momentos de dificultad, como los distintos cambios de residencia -de su sede canónica a la capilla de la ONCE y los locales de Sacra, hasta volver en 2016 a la parroquia de la Inmaculada- así como la pérdida de la imagen primitiva de esta dolorosa tras un incendio ocurrido en 1936. La talla actual es la tercera Dolores, obra del imaginero malagueño Pedro Moreira (1956). El Señor de las Penas no llegó hasta 1996 de la mano del artista sevillano Antonio Dubé de Luque.

Imágenes de la Virgen de los Dolores y Jesús de las Penas. | Foto: Hdad. Penas y Dolores.

Así, en esta fragua se forja el presente y futuro de esta hermandad con más de 200 hermanos cuya media de edad ronda los 20 años. "Dolores ha sido siempre una gran familia, de aquí ha salido el Rocío y la feria. Somos una pandilla de familias que lo hacemos todo juntos y vamos pasando esto de uno a otros. Las hermandades hay que trabajarlas mucho, esto es muy sacrificado y hay que dedicarle tiempo y cariño, por eso hace falta gente joven que venga con ganas y tire del carro. Nosotros esto ya los hemos sembrado", señala Fortes.

Para la celebración de los 125 años de esta hermandad se ha programado una serie de actos, como encuentros litúrgicos con meditaciones ante estas sagradas imágenes, actividades de formación y un programa en la oferta educativa municipal. Destaca también la concesión de la Medalla de Oro de La Línea y el Vía Crucis oficial del Consejo que presidió la imagen de Jesús de las Penas. Una efeméride que se completa con la restauración del manto de la Virgen y el nuevo retablo para los titulares de esta hermandad, Penas y Dolores, que continuará escribiendo por muchos años más su propia historia; la historia cofrade de esta ciudad.